Esta vez Chile podrá respirar tranquilo. Es que el UARS, el satélite que mantiene en vilo a todo el planeta, sufrió una desaceleración durante su descenso, y el reingreso a la atmósfera terrestre recién ocurrirá después de la madrugada del sábado. La agencia espacial norteamericana (NASA) anunció desde su sitio web, que el satélite, que tiene el tamaño de un colectivo y pesa 6 toneladas, pasará por el cielo de Canadá, África y Australia, y gran parte por los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.
Durante la jornada de ayer, una agencia privada que realizó monitoreos del satélite, había advertido que existía posibilidad que cayera sobre el territorio chileno. Pero una reducción en la velocidad en la caída del bólido, provocó permanentes modificaciones en la trayectoria.
Sin embargo, se descarta la posibilidad que alguna de sus piezas pueda alcanzar a una persona o población en la Tierra.