Auckland- Inmersos en una verdadera carrera contrarreloj frente a la disminución de las reservas de peces y al impacto del calentamiento global, científicos de todo el mundo están censando las especies de nuestros océanos, todavía parcialmente desconocidas y ya en peligro.
La semana pasada en la ciudad neozelandesa de Auckland, 200 de los 2.000 científicos que participan en este censo de la vida marina en 80 países, cotejaron sus trabajos.
El objetivo del programa, que debe concluir en 2010, consiste en explorar zonas hasta ahora desconocidas, desde montañas submarinas hasta grandes profundidades, a varios cientos de metros debajo de los hielos antárticos.
" El censo nos va a procurar un punto de referencia objetivo a partir del cual se podrán evaluar los futuros cambios de la vida marina", declaró el científico australiano Michael Stoddart, encargado de los trabajos en la Antártida.
Actualmente, se conocen unas 230.000 especias marinas de un volumen global estimado entre 1,4 y 1,6 millones. Al ritmo del estudio, serían necesarios 881 años para realizar un inventario completo, estimó Dennis Gordon, del Instituto Nacional neozelandés de Investigación del Agua y la Atmósfera.
Hasta ahora, 17 estudios, de las minúsculas bacterias marinas a los mayores depredadores de los océanos, han permitido descubrir más de 5.300 nuevas formas de vida marina.
Terriblemente minucioso pero indispensable, el trabajo de los científicos ha permitido descubrir en especial la existencia de un cangrejo velludo, bautizado "yeti", o de conocer mejor los itinerarios migratorios de los tiburones blancos en la costa californiana, que en primavera (boreal), cruzan el Pacífico hasta Hawai antes de dirigirse al continente norteamericano en otoño.
El estudio de 22 leones marinos californianos, que de manera totalmente inhabitual emigraron lejos en el océano Pacífico estos últimos años por una subida de la temperatura del agua, aportó elementos de respuesta a la reacción de la fauna marina frente al calentamiento global.
Según Stoddart, en la Antártida, donde se están preparando 18 expediciones, las consecuencias de este fenómeno climático son más evidentes que en ninguna otra parte del mundo.
"A nosotros nos urge mucho más trabajar en las latitudes del extremo sur", subrayó.
Heike Lotze, de la Universidad Dalhousie de Canadá, estima que un 7% de especies ya han desaparecido de las zonas de estuarios y que un 36% han perdido más del 90% de su población de origen.
" La explotación humana es la principal causa de las extinciones, por delante de la pérdida de hábitat y la contaminación", según el investigador.
Los responsables de este censo, cuya primera fase concluirá en 2010, también hicieron un llamamiento en Auckland para encontrar financiación que permita realizar una segunda fase, hasta el año 2020.
Fuente: AFP