Estaba todo demasiado tranquilo en el mundo tecnológico, hasta que apareció Facebook y decidió patear el tablero al hacerse con el servicio de mensajería instantánea WhatsApp por la módica suma de US$19 mil millones (12 mil dólares en acciones, cuatro mil en efectivo y tres mil más en acciones para los fundadores y empleados de la empresa de mensajería). La movida le brinda a Facebook la oportunidad de hacer más completa la experiencia de sus usuarios en los entornos móviles, donde nunca logró hacer pie con su chat. A los dueños de WhatsApp, por su parte, los convirtió en multimillonarios de un día para otro y les evitó enfrentar una competencia cada vez más feroz.
La primera impresión entre los casi 450 millones de usuarios del mensajero fue, seguramente, de sorpresa. Pero, después surgieron las incógnitas: ¿Cuáles serán los cambios? ¿Habrá que pagar para usarlo? ¿Será obligatorio tener una cuenta en Facebook?
Los creadores de WhatsApp salieron a declarar rápidamente que el servicio no sufrirá modificaciones, continuará siendo multiplataforma y operará de manera independiente a la red social. Lo mismo sostuvo Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook.
El problema es que la credibilidad de la red social en este sentido quedó resentida luego de lo sucedido con la compra de Instagram, que a pesar de la promesa de que no sufriría cambios, empezó a tener publicidad por primera vez en su historia. Las condiciones de privacidad también cambiaron, lo que levantó la cólera de los usuarios de la popular red social de fotografías.
“Ahora con la compra de WhatsApp por Facebook se podría llegar a ver cada vez más información privada pasando a formar parte de la base de datos de Facebook. Desde el punto de vista de los datos pesonales, esto es extremadamente preocupante”, dijo John Deakins, CEO de Citizenme al sitio especializado en tecnología The Inquirer. En el mismo sitio, Eden Zoller, analista en telecomunicaciones, comentó: “Facebook ganó acceso a una gran base de números telefónicos, lo que hasta ahora le faltaba. Esto ahora le da información tanto online como offline de los usuarios”.
Competencia. Para los que decidan irse de WhatsApp, hay varias alternativas en mensajería instantánea. Las opciones más populares son: Line, con más de 300 millones de usuarios, servicio de videoconferencia y música en streaming; Viber, que cuenta con 280 millones de usuarios y fue recientemente adquirido por una compañía japonesa de comercio electrónico en US$900 millones y Telegram Messenger, que viene desde Rusia y hace hincapié en el cifrado de mensajes y su elevada seguridad, además de intercambiar archivos de hasta 1GB. Además, Chat2Win que ofrece recompensa en metálico para quienes usen el programa, a cambio de recibir publicidad en los tiempos muertos mientras se espera una respuesta a un mensaje, por ejemplo, y WeChat, el gigante chino que ya pasó los 100 millones de usuarios por afuera de las fronteras del país asiático, donde tiene 200 millones.