Paris - El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida se ha reducido un 30% con respecto al año pasado, anunció este miércoles la Agencia Espacial Europea (ESA).
La medición hecha gracias al satélite Envisat muestra que la pérdida de ozono en esa zona es de 27,7 millones de toneladas, frente al récord de 40 millones el año 2006, precisó la ESA. La superficie que deja ese agujero en la estratosfera (entre 15 y 25 km de altitud) es de 24,7 millones de km2, el tamaño de América del Norte, frente a los 29,5 millones de km2 el año anterior.
"Aunque el agujero sea más pequeño que de costumbre, no podemos concluir que la capa de ozono ya se recupera", advirtió un especialista del Real Instituto Meteorológico Holandés, Ronald van der A. Según los científicos, la reducción puede deberse a variaciones naturales de la temperatura y al dinamismo de la atmósfera, y no confirma una tendencia a largo plazo.
"Este año, el agujero estaba menos centrado sobre el Polo Sur que los años precedentes. Esto permitió la mezcla con aire más caliente, lo que limitó la pérdida de ozono puesto que este gas merma a temperaturas inferiores a -78 grados Celsius", añadió el experto.
El agujero favorecido así por el invierno austral, aparece generalmente a comienzos de agosto y alcanza su máximo en septiembre y se recupera entre mediados de noviembre y mediados de diciembre.
El ozono, un gas compuesto por átomos de oxígeno, permite filtrar los rayos ultravioletas del sol, peligrosos para las plantas y la piel. La capa de ozono, que protege la tierra, se deteriora por la emisión de sustancias químicas, especialmente cloro y clorofluoruros de carbono (CFC, gas presente en los aerosoles y refrigerantes).
El Tratado de Montreal firmado el 16 de septiembre de 1987 y recientemente renovado con motivo de su 20 aniversario, impuso restricciones al uso de los CFC.
Fuente: AFP