Era uno de los momentos más esperados por la comunidad científica y el público en general. Una persona parapléjica se levantaría de su silla de ruedas, caminaría 25 metros y daría el puntapié inicial del Mundial gracias a un exoesqueleto. Pero nada de esto sucedió o, al menos, nada de esto se vio el jueves durante la transmisión televisiva de la ceremonia inaugural. Las cámaras enfocaron sólo por tres minutos a Juliano Pinto, de 29 años, enfundado en un traje robótico con la pelota ya en movimiento, para sorpresa y decepción del público, los organizadores y el equipo de 156 científicos que, liderados por el neurocientífico brasileño Miguel Nicolelis, trabajaron en el proyecto.
Las críticas enseguida apuntaron a los encargados de la transmisión del evento y, en especial, al director de cámaras. De hecho, trascendió que habría sido echado por los organizadores aunque PERFIL no pudo corroborar este hecho. Sin embargo, los responsables del proyecto Walk Again minimizaron los errores de la transmisión televisiva y calificaron la demostración como “un éxito”. En un comunicado difundido tras la ceremonia inaugural remarcaron que “el puntapié inicial fue sólo el comienzo de un futuro en el que las personas con parálisis podrán salir de su silla de ruedas y, literalmente, caminar de nuevo”.
También dieron a conocer la identidad del voluntario elegido para dar el puntapié inicial. Se trató de Juliano Pinto, un joven de 29 años que quedó parapléjico tras sufrir un accidente de autos en 2006. “Fue un gran esfuerzo en equipo y destaco especialmente los ocho pacientes que se dedicaron intensamente a este proyecto. Juliano usó el exoesqueleto pero el disparo fue de todos. Era un objetivo importante de estas personas y de nuestra ciencia”, dijo Nicolelis en el comunicado.
La decepción que causó la presentación del exoesqueleto en la ceremonia inaugural del Mundial hizo que surgieran algunas críticas al proyecto. En primer lugar, que no se hayan publicado aún los detalles científicos del exoesqueleto, algo que Nicolelis prometió hacer en julio próximo. Y, en segundo lugar, que Walk Again haya recibido 15 millones de dólares del gobierno, financiación hasta diez veces mayor que la que reciben otros centros de investigación.