Con 80 años recién cumplidos, el brasileño Isaias Raw ni piensa en retirarse. Más bien todo lo contrario. Al frente de la prestigiosa Fundación Butantan de San Pablo, que fabrica el 82% de las vacunas que se aplican en Brasil, está abocado al desarrollo de 20 nuevos medicamentos. Entre ellos, la vacuna contra el dengue que, asegura, podría estar lista en 2009.
“ Estimo que en dos años la tendremos. Seremos los primeros”, dijo un eufórico Raw al diario O Estado de Sao Paulo. El pronóstico de Raw está íntimamente ligado a la autorización que aguarda por parte de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad de su país para importar de los Estados Unidos los virus genéticamente modificados que serán utilizados para producir la vacuna que, antes de salir al mercado, debe pasar una serie de pruebas adicionales.
Orgullo. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos eligieron a la fundación de Raw como único socio latinoamericano de su proyecto. “ Ellos no tienen el problema del dengue, pero están preocupados por los turistas y soldados norteamericanos esparcidos por el mundo”, explicó Raw.
Así es como el organismo sanitario de la tierra de los Bush está trabajando desde hace 10 años en el desarrollo de las cepas atenuadas del virus (incapaces de infectar pero que despiertan la respuesta inmunológica para evitar la enfermedad).
Según Raw, allí obtuvieron por ingeniería genética cuatro cepas que ya fueron testeadas con éxito tanto en monos como en personas. Y ahora la idea es probarlas en un área endémica. “ Butantan tiene condiciones de encarar, por un lado, la producción de la vacuna a larga escala y, por otro, el estudio clínico”, dijo.
Etapas. Para liberar una vacuna al mercado, ésta tiene que pasar por distintas fases de investigación. Consultado por el diario brasileño acerca de si pensaba saltearse etapas para tener la vacuna lista en dos años, Raw aseguró: “ Está claro que uno tiene que manejarse dentro de lo que está éticamente permitido. No voy a agarrar una vacuna que funciona en un ratón para aplicarla en gran cantidad de personas. Pero la pregunta es: ¿cuánto tiempo se puede esperar? Hoy ya tenemos casi 60 mil casos notificados en Brasil”.
Partidario del uso social de los avances farmacéuticos, el científico apuesta a la gratuidad y universalidad de las vacunas. Realista, asegura que una enfermedad infecciosa sólo puede considerarse dominada cuando se la controla en una población entera. Por eso, teniendo en cuenta amenazas globales como la de la gripe aviar, sugirió la creación de un estock mundial estratégico de vacunas, al que definió como “la primera acción colectiva de la especie humana”. “ Pero la idea no prendió –dijo –. Había intereses económicos y políticos mayores”.
Coherente, el experto no se cansa de insistir, cada vez que tiene un micrófono cerca, que “ una vacuna que no puede ser comprada por el Estado y distribuida entre toda la población, no sirve para nada”.