Los investigadores han hallado este jueves la segunda caja negra del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes el martes 24 de marzo con 150 personas a bordo, según ha anunciado el fiscal de Marsella, Brice Robin, informa la agencia France Presse.
Los investigadores revelaron la semana pasada, gracias a las grabaciones de la primera caja negra, que el copiloto del Airbus A320 tuvo la voluntad de destruir el avión y accionó voluntariamente el descenso de la aeronave. La caja que ha sido encontrada ahora registra los detalles técnicos del vuelo como la posición del avión, la velocidad o la trayectoria.
La caja encontrada en primer lugar es la que graba las conversaciones de cabina, entre los pilotos, de estos con los controladores y los ruidos que los especialistas pueden analizar para dilucidar qué sucedió antes de un accidente.
Esa es la caja cuyo contenido desveló que Andreas Lubitz, el copiloto de 27 años y con 630 horas de vuelo, aprovechó que el comandante se ausentó de la cabina y le cedió los mandos para accionar deliberadamente el descenso. A las 10.47, el aparato comenzó a perder altura y pasó de 35.000 pies (10.700 metros) a 6.900 pies (1.800 metros) en solo ocho minutos. En ese tiempo, no se emitió ninguna señal de emergencia o may day.