“Tal como viene ocurriendo en la última década, este verano será más cálido de lo normal”, afirmó el climatólogo José Luis Stella del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en base a la última reunión de consenso en la que a partir de distintos modelos se elaboró el pronóstico de diciembre, enero y febrero.
Según la perspectiva climática trimestral, en gran parte del país es probable que las temperaturas superen al promedio, en especial en el centro y en Cuyo donde la probabilidades son mayores. En CABA la temperatura media –el promedio de temperatura de todo el día–podrá superar los 24° al igual que en Córdoba, Rosario, San Rafael (Mendoza) y Neuquén; los 20° en Mar del Plata y 13° en El Calafate (Santa Cruz). La excepción será el noreste del país en donde se prevé que la temperatura se mantenga dentro del rango normal.
“La previsión para el verano es de menos lluvia y más temperatura que lo habitual”, describió en líneas generales la directora adjunta del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Marcela González, quien también participó en la reunión de consenso.
Aunque hay más posibilidades de que las precipitaciones sean inferiores de lo normal en el Litoral, Cuyo, centro del país y la provincia de Buenos Aires los especialistas coinciden en que esto no responde a la influencia de La Niña y que el fenómeno no tendrá mucho impacto este verano. En este sentido, González aclaró que: “Actualmente estamos en condiciones de neutralidad y la perspectiva es prácticamente la misma probabilidad de que sigamos así a que pasemos a una Niña”. Si se da la unión de menos lluvia y más calor “puede presentarse mayor amplitud térmica y que las mañanas no sean tan cálidas y las tardes sí, en especial en las zonas más continentales, en todo el centro de país, La Pampa y centro de la provincia de Buenos Aires”, detalló Stella.
“Con la perspectiva de temperaturas más altas y si se llega a dar una disminución de lluvias, habrá posibilidades de tener olas de calor porque es más difícil que sin lluvias la temperatura descienda”, explicó González. “Y en ese caso hay que tener cuidado con los incendios forestales”, advirtió.
Para los especialistas, las chances de olas de calor –presencia de temperaturas altas durante un período de tres días consecutivos o más– aumentan en las ciudades más pobladas.
A nivel global, la Organización Meteorológica Mundial indicó que 2016 está en camino de convertirse en el año más cálido, tal como ocurrió en 2015 ya que la temperatura promedio del planeta de enero a septiembre de 2016 superó 0,88 °C.
“Argentina es una de las zonas en las que no se dio un calor extremo. El promedio para el país de este año está dentro de lo normal”, detalló Stella. Por su parte, González acaró que: “hay que tener en cuenta que la temperatura media global es –justamente– un promedio de lo que pasa en todo el mundo y que puede ser distinto a lo que ocurre regionalmente. Lo importante es que el planeta está calentándose”.