CIENCIA
tras el brote de la enfermedad en brasil

Fiebre amarilla: crece la demanda de la vacuna y refuerzan la atención

El ministerio aclaró que no deben vacunarse quienes viajen a Florianópolis, Recife y Fortaleza. Ayer hubo largas filas y se agotó el stock en los centros privados.

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Espera. Ayer por la mañana en Sanidad de Frontera, en La Boca, cientos de personas hicieron largas filas para aplicarse la vacuna a pesar de que Brasil no exige el certificado. El ministerio instaló una unidad sanitaria móvil para atender a los viajeros. | piemonte

El brote de fiebre amarilla que afecta a Brasil, principalmente al estado de  Minas Gerais donde hubo 15 muertes, y la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de vacunar a los turistas que viajen a ese país, puso en alerta a los argentinos en plena temporada. Más de mil de personas se acercaron ayer desde las 7 a la Dirección de Sanidad de Frontera, en La Boca, para aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla.

Ante la fuerte demanda, el Ministerio de Salud de la Nación tuvo que habilitar nuevos centros de inmunización y disponer para la atención una unidad sanitaria móvil. En tanto, en el sector privado –donde cada dosis cuesta $ 834– también hubo largas filas para aplicarse la vacuna y ayer por la tarde se agotó el stock. “Ya se pidieron más dosis al laboratorio Sanofi-Pasteur y se va a reponer  a fines de febrero”, indicaron.

Desde la cartera sanitaria aseguraron que se generó una demanda “espuria” de la vacuna y que no todos deben aplicársela. “La vacuna está recomendada a quienes viajen a áreas donde existe riesgo de transmisión de fiebre amarilla y no tengan contraindicaciones”, le dijo a PERFIL el médico infectólogo Cristian Bizcayart, responsable de Inmunización del Ministerio de Salud de la Nación. “Las personas que viajen a destinos situados en la costa de los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul no deben vacunarse”, aclaró el funcionario.

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El equipo de salud es el que determina qué persona necesita la vacuna. “Primero porque es un insumo crítico; en base a la situación brasileña y a la oferta limitada de la vacuna a nivel mundial es que tenemos que racionalizar el insumo para las personas que lo necesitan. Lo segundo es porque la vacuna se trata de un virus atenuado que puede causar eventos adversos graves”, sostuvo Bizcayart, al mismo tiempo que afirmó que “en el sector público hay stock suficiente de la vacuna”.

Riesgo-beneficio. La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de algunas especies de mosquitos. Puede ser grave y provocar la muerte. Al no contar con un tratamiento es importante prevenirla a través de la vacuna, como también por medio de la aplicación de repelentes y el uso de ropa de mangas largas y de colores claros. Desde el Ministerio de Salud aclararon que en Argentina no hay circulación del virus de la fiebre amarilla y que Brasil no pide como requisito para entrar al país la inmunización.

La vacuna debe aplicarse al menos diez días antes de la fecha de viaje y una sola dosis es suficiente para protegerse a lo largo de toda la vida.

“Cada persona que va a viajar debería hacer una consulta con un especialista para evaluar el riesgo-beneficio de la aplicación de la vacuna”, sostuvo Susana Lloveras, presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, durante un encuentro con la prensa en la Dirección de Sanidad de Fronteras. La especialista detalló que no pueden aplicársela “embarazadas, ni menores de seis meses, ni personas con alguna condición de inmunosupresión o con tumores en actividad, o con tratamientos con altas dosis de corticoides, pacientes trasplantados o que tengan alergia al huevo o a alguno de los componentes de la vacuna”.

Suman centros

La vacuna contra la fiebre amarilla se aplica en forma gratuita en la Ciudad de Buenos Aires de lunes a viernes de 8 a 16 en Sanidad de Fronteras, en Pedro de Mendoza y Blanes y 20 de septiembre del barrio de La Boca, bajo la autopista. Desde el lunes se reforzará la atención con dos unidades móviles con más vacunadores y agentes sanitarios para brindar información.

También quienes necesiten aplicarse la vacuna pueden dirigirse al Hospital Muñiz (Uspallata 2272) los martes y viernes de 10 a 12; al Hospital Teodoro Alvarez (Aranguren 2701) los lunes y jueves de 9 a 12; al Hospital Pirovano (Monroe 3555) los martes y jueves de 9 a 14; al Hospital Vélez Sarsfield (Calderón de la Barca 1550) los martes y viernes de 8.30 a 11.30; y al Centro de Salud 33 (Av. Córdoba 5741) los miércoles y jueves de 10 a 13. Más información:  www.argentina.gob.ar/salud/viajeros/vacunatorios.

Comunicar para evitar la psicosis

Familias enteras bajo el sol de enero haciendo fila en Sanidad de Frontera y en centros privados para aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla horas antes de viajar a Brasil. ¿Qué podemos aprender de lo vivido en los últimos días? Primero, que se debe consultar antes de salir del país a un experto en medicina del viajero para saber qué vacunas o recaudos de salud son necesarios. Esta tarea no se puede dejar para último momento, sino que debe ser parte de la planificación de las vacaciones. De hecho, el alerta por fiebre amarilla en Brasil rige desde el año pasado.

Pero también que es clave una buena y oportuna comunicación en materia sanitaria. La Organización Mundial de la Salud actualizó el último martes las recomendaciones sobre vacunación para fiebre amarilla para viajeros internacionales a Brasil. La información fue rápidamente difundida por medios y redes sociales. Sin embargo, recién ayer el Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado y subió recomendaciones a su web sobre quiénes debían vacunarse: turistas que viajen a los estados de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y Bahía y no tengan contraindicaciones. Y que Brasil no exige certificado de vacunación para entrar al país. Si, como dicen desde el ministerio, el brote de Brasil “no los tomó por sorpresa”, hubiese sido importante –teniendo en cuenta los 2,6 millones de argentinos que viajan al país vecino cada año– comunicar oportunamente y con una campaña masiva las indicaciones de la vacuna para no generar “una demanda espuria”, evitar la psicosis colectiva y las –por momentos– tristes largas filas de ayer.