A pesar de que los días siguen templados y el invierno aún parece lejano, todos los expertos en salud pública insisten en que llegó el momento para prepararse para la “temporada de gripe” 2014. ¿Por qué tanta súplica para prevenir lo que muchos consideran una simple gripe? Porque esa molestia puede convertirse en una enfermedad mortal. “En 2012, por causas asociadas a la influenza y la neumonía murieron, en Argentina, unas 20 mil personas y el 85% eran mayores de 65 años, según los estadísticas oficiales”, recordó el infectólogo Daniel Stamboulian.
Y no es sólo un problema local. El consultor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Luis Codina, le dijo a este diario que “la gripe es mucho más que un incordio temporal. Se trata de una enfermedad grave que cada año provoca entre 300 mil y 500 mil defunciones en todo el mundo, además de generar un alto impacto económico”. Lo positivo es la existencia de una vacuna efectiva que ayuda a disminuir fuertemente la cantidad de complicaciones graves asociadas a la gripe, especialmente entre los adultos mayores.
Previa al invierno. ¿Qué justifica la recomendación de vacunarse lo antes posible? Es que el medicamento tarda cerca de 15 días en montar una adecuada respuesta inmune en el organismo y “si bien el virus está presente y contagia durante todo el año, su pico de circulación –y la máxima cantidad de casos de gripe– normalmente se registra entre los meses de mayo y julio, aunque ocasionalmente se alarga hasta la primavera”, detalló Juan Carlos Chuluyan, infectólogo de la Clínica San Camilo y el Hospital Alvarez.
La razón por la que la mayor cantidad de afectados coincide con el invierno se explica por la forma de contagio de este virus, que pertenece a la familia Ortomyxoviridae: se genera a través del contacto con secreciones de personas infectadas. Estas se esparcen en forma de microgotas que son expulsadas al toser o estornudar. “Esta infección se facilita mucho con el clima frío, porque también es el momento de mayor ocupación de espacios cerrados, y con ventilación limitada”, le detalló a PERFIL el doctor Francisco Nacinovich, experto en vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología.
Campaña 2014. Uno de los mayores problemas que enfrentan los investigadores es que año tras año la combinación de cepas del virus de la gripe va mutando, lo que obliga a nuevos estudios biológicos y a fabricar vacunas diferentes. Y no es posible determinar de antemano si las cepas serán más, o menos, “peligrosas” que en epidemias anteriores.
“El impacto que tienen los diferentes tipos de gripe cada 12 meses no sólo tiene que ver con las características del virus, sino también con el estado de salud del afectado y con el grado de cobertura de vacunación de cada región”, resumió Nacinovich. Según el experto, “hoy, los virus más preocupantes son los identificados como H5N1 (gripe aviar) y el nuevo H7N9. Por el momento, ambos están circulando en Oriente medio y lejano, y no se han encontrado –por ahora– en América Latina. Esas cepas parecen ser de mayor agresividad, tanto entre animales como en los contagios humanos.
De todos modos, independientemente de la agresividad anual de las cepas virales, las personas con factores de riesgo para la gripe son siempre las que tienen mayores posibilidades de sufrir efectos “agresivos”. Según los datos difundidos por el ministro Juan Manzur, para la campaña preventiva 2014, el Estado ya repartió por todo el país nueve millones de dosis de vacunas, destinados en forma gratuita a los integrantes de los grupos de riesgo. Quienes tienen prioridad para recibirlas, según Nacinovich, son las embarazadas, los menores de 2 años, los mayores de 65, el personal de salud y todas las personas con enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, asma, insuficiencia renal y obesidad, entre otras”.
Si la población responde a los consejos de las carteras sanitarias, se espera que esta enfermedad no reporte complicaciones este año.