El ahora en discusión estatus biológico, ético y legal del embrión durante un embarazo común también comprende a los embriones criopreservados que se utilizan en fertilidad asistida.
“La clave es determinar el momento de la concepción. En el Código Civil se establece el comienzo de la existencia a partir de la concepción”, explicó Ignacio Maglio, Jefe de sección Riesgo Médico Legal en el Hospital Muñiz y el Servicio Jurídico de Fundación Huésped. “La discusión se centra en determinar cuál es el comienzo del inicio de una persona. Nosotros defendemos la idea que surge en un fallo de la Corte Internacional de Derechos Humanos”. Para nosotros en el momento de fusión entre espermatozoide y el óvulo hay una serie de células y no podemos –jurídica y éticamente– decir que hay embrión. Solo que son células y vida “potencialemente” humana, pero no persona”.
Según Maglio, la existencia de miles de embriones criopreservados es responsabilidad de los legisladores ya que en las últimas décadas ningún proyecto de ley presentado para regular los tratamientos tuvo éxito. Para el experto, “lo que ocurre ahora se habla en el ámbito privado, discutido entre las parejas y los centros de fertilización. En general firman acuerdos privados y consentimientos, pero no suele decirse nada sobre el destino final de los embriones porque traería un problema tremendo. Es probable, aunque no me consta, que muchos se descarten”.
Para la doctora Marisa Herrera, experta en derecho de familia e investigadora del Conicet “estos embriones tienen un estatus legal “sui generis” como la mayoría de las cuestiones que compromete la bioética. Y aunque el diputado Bullrich haya dicho que “se están tirando a la basura embriones” para Herrera no es así: “La pareja puede descartarlos porque los embriones no son personas, no son “argentinos con derechos”. n