CIENCIA
La mujer que recibi un nuevo rostro

La sonrisa de Isabelle, un hito en la medicina 2006

Auque hubo otros avances, como el hallazgo de la vacuna contra el cáncer de útero y la comercialización del primer corazón artificial, la cirugía se llevó el primer lugar. La falta de cura contra el Alzheimer es el lado oscuro.

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Isabelle Dinoire fue la primera persona sometida a un transplante de rostro con gran xito | Cedoc

Isabelle Dinoire puede volver a sonreír. El primer trasplante de cara realizado a esta francesa se reveló este año, según los médicos, como un éxito. Dinoire, de 39 años, cuya cara había sido desfigurada por la mordedura de un perro, vuelve a hacer prácticamente una vida normal gracias a la intervención quirúrgica a la que fue sometida a fines de 2005. En los próximos meses regresará a su empleo. Un tiempo después un ciudadano chino correría la misma suerte.

De la misma manera, en otros ámbitos de la medicina se registraron en 2006 avances importantes, como así también hubo retrocesos. Una de las historias exitosas es la primera vacuna contra el cáncer de útero que fue lanzada este año al mercado. Hace unos 20 años, los médicos reconocieron que determinados virus que causan verrugas son responsables de la mayoría de los casos del segundo carcinoma más frecuente en mujeres a nivel mundial, lo que hizo posible el desarrollo de una vacuna contra los virus del papiloma humano (HPV). 

Además, fue autorizada en Estados Unidos la comercialización del primer corazón artificial en todo el mundo completamente autónomo, sin necesidad de estar conectado a tubos externos. AbioCor reemplaza al órgano completo. Y para los pacientes en estado avanzado de la enfermedad de Parkinson, el marcapasos cerebral demostró ser una opción posible para frenar la evolución del mal, según un estudio realizado por científicos alemanes publicado en la revista "New England Journal of Medicine".

En cambio, 100 años después de la primera vez que se describió el mal de Alzheimer, esta enfermedad neurológica sigue siendo incurable. Los médicos depositaron una cauta esperanza en una vacuna experimental, que en 2006 volvió a ser probada, después de que tests anteriores, muy prometedores inicialmente tuvieran que ser suspendidos debido a los graves efectos secundarios. Una modificación del principio activo debería servir para evitar esas consecuencias. Sin embargo, no es seguro que se obtenga una vacuna que pueda ser utilizada.

Las pruebas realizadas con un medicamento experimental de la farmacéutica alemana TeGenero terminaron de manera catastrófica: seis voluntarios en Londres, a quienes se les administró el medicamento TGN 1412 contra la esclerosis múltiple, el cáncer sanguíneo y el reuma, enfermaron en un plazo de seis horas y sufrieron un fallo múltiple de órganos, que puso en riesgo su vida.

Todos los pacientes sobrevivieron, pero el ensayo desató un debate sobre los procedimientos aplicados en la investigación médica, debido a que una comisión gubernamental británica certificó que los médicos actuaron sin cometer errores, si bien ésto no pudo evitar la catástrofe.

Entre los reveses registrados también se incluye la confesión del investigador oncólogo noruego Jon Sudbo a comienzos de año: publicó resultados de investigaciones falsos o inventados en tres prestigiosas revistas internacionales, entre ellas la revista médica "The Lancet".

Su redactor jefe Richard Horton calificó el hecho de "fraude inaudito". También el escándalo que salió a la luz a fines de 2005 por la falsificación de resultados de investigaciones con células madre en el laboratorio del surcoreano Hwang Woo Suk tuvo efectos ulteriores y causó inseguridad tanto entre los científicos especializados en células madre como entre los ciudadanos.

Una comisión de investigaciones llegó a la conclusión de que los dos estudios sobre células madres calificados de revolucionarios fueron falseados. Hwang perdió, además de su trabajo en la universidad, todos sus títulos de honor y fue acusado de fraude. Entretanto, el veterinario fundó su propio laboratorio privado en el que, según dijo, está abocado a investigar las posibilidades de trasplantar tejidos animales al ser humano.

Mientras, hubo buenas noticias de Louise Brown. Esta británica nacida en 1978, el primer ser humano concebido por fecundación in vitro, anunció en julio que estaba embarazada. Si bien Brown no es la primera niña probeta en el mundo que se convertirá en madre, su embarazo muestra una vez más que los bebés nacidos de un óvulo que fue fecundado por un espermatozoide fuera del cuerpo humano crecen y se desarrollan convirtiéndose en adultos normales. Está previsto que el bebé de Brown, que fue concebido de forma natural, nazca en enero.

Fuente: DPA