El 4 de enero, el reconocido genetista Víctor Penchaszadeh recibió en su casa una carta documento donde le informaban que su designación como profesor titular del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) había caducado.
Si bien misivas similares les llegaron a otros cinco colegas suyos, la cesantía de Penchaszadeh causó sorpresa y revuelo en la comunidad científica, ya que es una personalidad destacada a nivel internacional. Sin ir más lejos, fue uno de los creadores del “índice de abuelidad”, por el cual las Abuelas de Plaza de Mayo pudieron identificar a sus nietos robados durante la dictadura militar.
“La educación médica tradicionalmente ha sido conservadora. Las facultades de Medicina siempre han estado a tono con el interés de los médicos, que muchas veces tienen alianzas poco claras con factores de poder como la industria farmacéutica. Y es indudable que hay una confrontación ideológica acerca de cómo formarlos: a uno cómplice de eso, o a uno consustanciado con la realidad social y sanitaria del país. Y nosotros apuntábamos a esto último”, explicó a PERFIL Penchaszadeh.
El “nosotros” al que hace referencia es al equipo liderado por el sanitarista Mario Rovere, a quien en 2011 el rector de la UNLaM le encargó la creación de la carrera de Medicina. “Nos propusimos formar un médico diferente y la carrera tuvo una visión humanística y democrática, en una universidad que no se caracteriza por ser democrática”, señaló Penchaszadeh, molesto por la forma intempestiva en la que se le comunicó que no seguirá al frente de Concepción y Formación del Ser humano, una de las materias troncales de primer año; ni podrá dictar Bioética y Derechos Humanos, en cuya preparación trabajó en 2015.
“En mi caso, es probable que usen mi edad como pretexto: fui nombrado por el decano, pues como tenía 70 años no podía presentarme a concurso. Cuando asumí el cargo ya era ‘jubilable’. Mi contrato se renovaba cada cuatro meses, sin que yo tuviera que hacer ningún trámite. No cuestiono que gente de mi edad se jubile, sino la forma sigilosa y antidemocrática con la que se actuó”. ¿Cree que hay otro motivo detrás de la decisión?, le preguntó PERFIL. “Sí, porque hubo muchos indicios de que nuestro modelo de enseñanza innovador, basado en tutorías, en resolución de problemas concretos y en una inmersión del 20% del tiempo de los alumnos en la realidad del municipio empezaba a ser visto con malos ojos. Les molestaba que formáramos médicos con conciencia social. Hubo estudiantes que se enfrentaron a médicos por defender derechos de los pacientes”.
Penchaszadeh no relaciona los movimientos en la UNLaM con el cambio de gobierno. “Esto comenzó en mayo de 2015. Puede parecer simplista, pero para mí el rector se ‘equivocó’ al contratar a alguien como Rovere para crear la carrera. Cuando empezó a convertirse en un dolor de cabeza decidió cortar por lo sano”, concluyó.
Qué dice el decano
En mayo de 2015, Alberto Chiapella fue elegido nuevo decano del Departamento de Ciencias de la Salud, y Mario Rovere, quien diseñó la carrera de Medicina, quedó como vicedecano. Consultado por PERFIL, Chiapella aseguró: “No está programada ninguna modificación en la currícula de la carrera. Quien queda como referente de la materia de Penchaszadeh es el doctor Saúl Rodríguez. En cuanto a Bioética, que hasta ahora nunca se dictó, todavía estamos en proceso de organización”. Sobre los motivos del desplazamiento del genetista, agregó: “El había pedido una prórroga de su jubilación, que venció en 2014. Hasta donde yo sé no había solicitado otra. Además, sigue en la UNLaM al frente de una maestría”.