CIENCIA
cambio de paradigma en el tratamiento de la enfermedad

Lograron curarse de la hepatitis C y hoy hacen campaña a favor del testeo

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Gustavo se enteró por casualidad de que tenía hepatitis C cuando fue a donar sangre al Hospital Garrahan. “Para mí y para toda mi familia la noticia fue un shock. El médico me dijo: ‘Vamos a ser amigos por mucho tiempo’. En ese momento no se conocía mucho de la enfermedad”. En 2012 le detectaron un carcinoma y en julio de 2013 le hicieron un trasplante hepático. “Sufrí mucho, pero creo que mis seres queridos han sufrido más”.
A Miguel Angel se le detectó la enfermedad en 1998. “Había sufrido un accidente ocho años atrás, con múltiples fracturas en un brazo, y me transfundieron sangre. Me hice una biopsia de hígado porque no me sentía bien, y se detectó que tenía cirrosis”.
Tanto Gustavo como Miguel Angel fueron trasplantados y combatieron la enfermedad con muchos medicamentos sin lograr inactivar el virus. Hasta que este año lograron acceder a los nuevos tratamientos orales libres de interferón y se convirtieron en los primeros argentinos que se curaron de hepatitis C. “El día que me confirmaron que estaba curado lloramos todos, hasta mi doctor”, recordó Gustavo. “Fue una alegría inmensa, porque estuve durante muchos años tratando de combatir este virus de todas las maneras posibles”, aseguró Miguel Angel.

Impacto. La hepatitis C es una enfermedad viral que infecta el hígado y se transmite por contacto directo con sangre y productos sanguíneos infectados. Se calcula que en el país hay 400 mil personas infectadas. Pero la mitad no lo sabe. “Es una enfermedad sin síntomas y el paciente puede convivir con ella durante años sin saberlo. El desafío actual es detectar la hepatitis C en aquellos pacientes aún no diagnosticados. Por eso es clave testearse al menos una vez en la vida”, señaló Adrián Gadano, presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado.
El año pasado, la Asociación junto con organizaciones de pacientes lanzaron una fuerte campaña para que los nuevos medicamentos antivirales (como el sofosbuvir, que tiene un alto costo) se aprobaran en la Argentina y se garantizara el acceso a los pacientes más graves. “El Estado hizo una primera compra de 1.150 tratamientos  en enero y empezaron a distribuirse en marzo. Hoy estamos viendo los primeros pacientes curados, muchos de ellos que llevaban años con la enfermedad. Las nuevas drogas son muy eficaces, han demostrado una tasa de efectividad superior al 95% y se toleran mejor que las terapias anteriores”, le dijo Gadano a PERFIL.
Sandra contrajo hepatitis C hace 13 años. Se la diagnosticaron cuando la iban a operar de un cáncer de útero. “Yo siempre decía ‘soy portadora y el virus me paga un alquiler. El alquiler que me paga es enseñarme cómo tengo que vivir’. Aprendí a vivir, a hacer lo que quería, a gustar de las cosas; me empecé a divertir. Hay que saber que la vida no se acaba, que empieza otro tipo de vida, que uno siempre puede elegir. Se puede curar”.
Andrea tiene 38 años y es mamá de siete hijos. El año pasado se enteró de que tenía hepatitis C. “Pensaba que se me terminaba la vida, mis sueños, mi futuro. Tenía miedo de morir dejando a  mis hijos chiquitos, hasta que me recibió el hepatólogo y me tranquilizó. Me dijo que con un tratamiento nuevo, en 12 semanas iba a estar curada. Y asi fue”.
Tanto Sandra como Andrea recomiendan a todos realizarse el test de hepatistis C: “Es la principal causa de trasplante de hígado en nuestro país. Sin embargo, detectada y tratada a tiempo, se puede curar”.

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