El neurocientífico más destacado de la Argentina presentó su nuevo emprendimiento: el doctor Facundo Manes –presidente de la Fundación Ineco-, junto a un reconocido grupo de politólogos, doctores en psicología y científicos, dejó oficialmente inaugurado su flamante "Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas" (INPP).
La convocatoria a escuchar cuales serán las líneas de investigación del INPP –que está armando un equipo con una docena de expertos que se abocarán a diferentes proyectos- se realizó en un imponente salón de la Bolsa de Comercio.
Y a la invitación acudió un nutrido grupo de políticos, tanto oficialistas como opositores, científicos y funcionarios actuales de diversas áreas gubernamentales que escucharon a Manes y a las ponencias de los doctores Sergio Berensztein, Agustín Ibáñez, Fernando Torrente y del director ejecutivo, José María Ghio.
"Este Instituto es novedoso a nivel internacional: no hay una institución de estas características que ponga a la ciencia al servicio de la gestión pública", arrancó Manes. Y agregó que "intentaremos estudiar cómo funciona el cerebro de las personas que diseñan las políticas públicas y también el de aquellos que serán alcanzadas por esas medidas, algo que hoy es una tendencia mundial".
Según este experto "muchas veces las buenas intenciones, y las buenas políticas, fallan porque no se tiene en cuenta cómo las personas toman decisiones en su vida cotidiana. El supuesto de la teoría económica clásica se basa en que los seres humanos tomamos decisiones racionales y tratamos de maximizar nuestros intereses. Hay evidencia que muestra que esto no es así: la mayor parte del día vivimos en un sistema automático no consciente, guiados por la emoción".
Según se explicó en la presentación, el INPP trabajar en un área nueva pero en la que cada vez mayor cantidad de gobiernos abrevan: "para tener mejores políticas públicas necesitamos una mejor comprensión del comportamiento real de las personas a las que están dirigidas. Y ya hay experiencias de más de una centena de gobiernos de todo el mundo que demostraron los aportes de la neurociencia y las ciencias del comportamiento (Behavioral Insights) en la política.
De hecho, según le dijo a PERFIL el doctor José María Ghio, Director Ejecutivo del INPP, "pensamos trabajar en equipo interdisciplinarios, con expertos provenientes de diferentes campos como la investigación aplicada en neurociencias, la psicología, la economía del comportamiento y las ciencias sociales, entre otras".
Para el doctor Agustín Ibañez, investigador del CONICET e integrante del equipo de Ineco, "estas intervenciones de ciencias del comportamiento en políticas públicas ya han probado ser efectivas. Por ejemplo el gobierno inglés usó ciertos sesgos, ideas y comunicaciones apoyadas en investigaciones de Behavioral Insights y logró -en un lapso de entre dos y tres años- mejorar la recaudación impositiva en forma significativa. Además, son intervenciones muy accesibles desde el punto de vista de la inversión económica que necesitan para ser aplicadas en gran escala".
¿Cuáles son las áreas de investigación que al equipo que integra el flamante INPP le parecen más promisorias para investigar y aplicar en Argentina?
Según Ibañez, "la problemática de la educación y la confianza en el otro, son dos temas en los que es posible trabajar". Para Ghio, la confianza comunitaria, o mejor aún, esa falta de confianza de una parte de la sociedad en el "otro", "dificulta cualquier interacción y eleva los costos de las transacciones porque obliga a una mayor regulación y genera más conflictividad. Y también podemos trabajar en temas de transparencia y de violencia social, que atraviesa todos los estamentos".
Del largo listado de asistentes a la presentación se destacaron el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, su hermano José Urtubey (de la Unión Industrial Argentina) y el economista Martín Redrado. También asistieron Daniel Arroyo, Marco Lavagna; Miguel Peirano, Diego Fleitas, Santiago Montoya; Claudio Marangoni; José 'Pepe' Scioli; Adelmo Gabbi, Daniel Martino, Jorge Asís y Nicolás Trotta de la Universidad UMET.