Investigadores húngaros llegaron a la conclusión de que la pareja de las mujeres suele parecerse a su propio padre, es decir, que la cara de los propios padres influye en la futura elección de la pareja. Lo mismo vale para los hombres: los hijos prefieren mujeres que tienen rasgos similares a su madre, informaron los científicos en la revista británica "Proceedings" de la Royal Society B.
El equipo de investigadores liderado por Tamas Bereczkei, de la Universidad de Pécs, en Hungría, midió en 312 adultos de 52 familias 14 rasgos distintos y más tarde los compararon. De esto resultó que las mujeres prefieren como pareja a un hombre cuya parte central del rostro se parece a la del padre. Los hombres, en cambio, eligen mujeres cuya parte inferior del rostro se parece al de la madre.
Los científicos creen que detrás de esto hay un proceso sociológico: los hijos toman características especiales del padre de distinto sexo y más tarde prefieren parejas con determinadas semejanzas.
Fuente: dpa