Tras la confirmación de dos casos de sarampión en niños menores de un año, que fueron asistidos por los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Salud de la Nación llamó a verificar el esquema de vacunación e intensificar la vigilancia epidemiológica para evitar la reintroducción del virus.
Asimismo, ratificó que del 1º de octubre al 30 de noviembre se llevará a cabo la Campaña Nacional de Seguimiento de Vacunación contra el Sarampión y la Rubéola en la que se aplicará una dosis extra obligatoria de la triple viral (sarampión, rubéola y paperas) a los niños de entre uno y cinco años, independientemente de la dosis que les toca por calendario.
“Las campañas de seguimiento son algo rutinario –la última se hizo en 2014–, ya que el virus circula en la región y no todas las personas se vacunan oportunamente. O hay personas que se vacunan y no logran desarrollar una respuesta inmune útil. Así año tras año se van acumulando personas susceptibles de contagiarse. Es una vacuna adicional y obligatoria para disminuir el número de personas en riesgo”, le explicó a PERFIL Cristian Biscayart, responsable de inmunizaciones del ministerio.
En Argentina, la tasa de cobertura de la vacuna triple viral es del 90%, cuando lo ideal es que sea del 95%. A esto se le suma la situación regional: hay brotes de la enfermedad en Venezuela, con casi 1.427 casos debido a la escasez de vacunas y en el norte de Brasil, con 350 casos.
“La oferta del virus existe, la globalización implica eso. En cada instante puede estar ingresando una persona que va a desarrollar sarampión en nuestro país. Siempre va a encontrar un susceptible, el tema es que sean uno o dos y no que empiece a circular el virus del sarampión”, indicó.
Vigilancia. En tanto, ayer continuaban las tareas de control de foco y la investigación para determinar la fuente de infección de los dos nuevos casos de sarampión. El primero es un niño de cinco meses, que reside en el barrio de Monserrat de la Ciudad de Buenos Aires y el segundo una niña de seis meses, que vive en Glew, provincia de Buenos Aires.
Los chicos no estaban vacunados por ser menores de un año y no tenían antecedentes de viaje. Desde el Ministerio confirmaron que el varón ya recibió el alta mientras que la nena se encuentra internada en el Hospital Gutiérrez, aunque su evolución es buena.
Hasta el momento, lo que se sabe es que ambos compartieron la sala de espera del Hospital de Niños Pedro Elizalde. “El estudio del genoma del virus va a confirmar si los dos niños estuvieron sometidos a la misma fuente de contagio”, sostuvo Biscayart.
La hipótesis es que los niños pudieron tomar contacto con otros chicos o adultos turistas o argentinos enfermos. Esto es lo que sucedió a fines de marzo de este año, cuando se contagió una beba de ocho meses al coincidir en una clínica porteña con un joven de 21 años no vacunado, que había contraído el virus durante un viaje a Tailandia.
Los especialistas coinciden en recomendar que es importante que los padres chequeen que sus hijos tengan las vacunas del calendario al día. De doce meses a cuatro años deben acreditar una dosis de la vacuna triple viral. Los mayores de cinco años deben acreditar dos dosis.
Cómo proteger a los bebés
Los dos casos de sarampión confirmados por el Ministerio de Salud de la Nación se dieron en menores de un año que por su edad no tenían indicación de la vacuna triple viral. “No es que existe una contraindicación, lo que sucede es que la eficacia de la vacunación contra el sarampión en menores de un año es bastante menor que por encima de esa edad”, explicó Cristian Biscayart, responsable de inmunizaciones del ministerio.
¿Cómo adquieren entonces los bebés protección contra el virus? “A través de la inmunidad que las madres transmiten a sus bebés por la vacunación o por inmunidad natural a través del pasaje de anticuerpos durante la gestación y luego con la lactancia. Por eso es tan importante la lactancia materna”, sostuvo Biscayart.
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa y potencialmente grave, que se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o por estar en contacto con cualquier objeto contaminado. Afecta sobre todo a los niños y en algunos casos puede ser letal.
Los síntomas son: fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis, tos, pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla y erupción en la cara y el cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo. Las complicaciones pueden ser por el mismo virus o por sobreinfección bacteriana, e incluyen: diarrea, otitis media, neumonía y meningoencefalitis. No tiene tratamiento. La única forma de prevenirla es a través de la vacunación.
