CIENCIA
lino barañao, ministro de ciencia

“No veo una situación crítica, si bien existe una política de austeridad presupuestaria”

El funcionario reconoció ante PERFIL el atraso en el pago de subsidios, pero aseguró que no habrá recortes en las partidas para los institutos. Tras la devaluación, negocia financiamiento adicional para comprar equipos e insumos.

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En el cargo. Barañao aseguró que va a terminar su gestión para ver concluidos varios proyectos. | Juan Obregon

En el último tiempo se han ido agudizando las protestas de la comunidad científica frente a la situación presupuestaria del Conicet. Un carta firmada por 130 directores de institutos de todo el país denunciaba en abril un recorte del 20% de los gastos de funcionamiento, atraso en el pago de subsidios y menos ingresos a la carrera de investigador .
Lino Barañao –ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desde el 10 de diciembre de 2007– asegura que es consciente de los reclamos y defiende su gestión durante el gobierno de Mauricio Macri. “No veo una situación critica, si bien este ministerio como los demás estan bajo una política de austeridad presupuestaria para poder cumplir con las metas de reducción del déficit que ha planteado el Gobierno”, le aseguró a PERFIL.
“El presupuesto es el aprobado y a futuro estamos negociando financiamiento adicional. Siempre hemos tenido financiamiento por parte de los organismos internacionales de crédito, como el BID y el Banco Mundial. Estamos gestionando nuevas operatorias para poder atender a programas como los de compra de equipamiento e infraestructura que requieren desembolsos superiores a los que prevé el Tesoro”.
—Pero hay unidades ejecutoras que aún no recibieron la cuota de 2018 o la recibieron con una reducción del 20% ...
  —No habrá un 20% de reducción. Se liquidó de otra forma, con el presupuesto del año pasado y las cuotas vinieron con una diferencia respecto a las que se mandaban en 2017. De ahí la suposición de que se había reducido el presupuesto, pero esto se va a ir compensando a lo largo del año. Se va a cubrir la totalidad de los gastos que tengan los institutos. Es más, lo que estamos haciendo ahora es una evaluación instituto por instituto de los gastos reales, dado que ha habido aumentos en los servicios, para adecuar los presupuestos que tenemos a las necesidades que tenga cada instituto.
—¿Por qué no se han pagado los subsidios?  
—Cuando el Ministerio de Hacienda nos manda los fondos, nos manda cuotas equivalentes a lo largo del año. Y nuestro presupuesto se ejecuta distinto. Necesitamos los fondos a principio de año, que es cuando mandamos los subsidios a los investigadores. También hemos solicitado hacer un cambio en el cronograma de desembolsos para poder tener la totalidad de esos fondos a principio de año. Calculamos que esto se va a corregir a la brevedad. Obviamente somos conscientes de que los pagos están atrasados.
 —¿El atraso tiene relación con el recorte de presupuesto?
  —No, hubo un problema del cronograma de desembolsos. El presupuesto es el aprobado originalmente, al cual probablemente hagamos alguna corrección en relación a gastos de funcionamiento de institutos que se han visto afectados por la suba de servicios. Y en algunos casos por la compra de equipamiento que estaba en dólares. El presupuesto que tenemos es suficiente para cumplir con todos los compromisos asumidos y para garantizar los proyectos que tenemos tanto a través del Conicet como del ministerio y organismos como la Conae, que también depende de nosotros y que tiene un plan de desarrollo satelital que requiere sumas significativas. De hecho, estamos planeando para septiembre el lanzamiento del satélite Saocom.
—¿Planea terminar su gestión? ¿Le molestan las críticas de sus colegas?
 —Sí, voy a terminar esta gestión porque hay proyectos que hemos encarado hace tiempo y que quiero ver terminados y consolidados. Iniciativas como Pampa Azul o de bioeconomía que espero tengan un impacto en la generación de riqueza para el país. Lo deseable es que haya un recambio, gente nueva. Los que están haciendo ciencia hoy por hoy tienen 20 años menos que los que estamos dirigiendo la ciencia. Me gustaría que hubiera más investigadores interesados no solo en quejarse de la situación sino en involucrarse. Es una actividad en muchos casos ingrata, porque no es agradable recibir críticas de los pares pero también da grandes satisfacciones.

La vuelta al FMI

“La verdad no puedo opinar porque no tengo información sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional”, sostuvo Lino Barañao tras el anuncio de esta semana del presidente Mauricio Macri de abrir negociaciones con el organismo internacional para conseguir financiamiento. “Supongo que si se ha decidido recurrir al FMI es porque se ha evaluado otras alternativas y ésa era la más conveniente. Lo que sí puedo decir es que nosotros hemos tenido una historia de financiamiento con organismos multilaterales y contrariamente a lo que supone la gente no hubo ningún condicionamiento; al contrario siempre nos han exigido hacer cosas nuevas en materia de ciencia e innovación”, agregó. Para el ministro, no hay razón para temer un ajuste de los fondos destinados a ciencia con el objetivo de cumplir con las metas del FMI de redu-cción del déficit fiscal: “no ha habido en el pasado ningún convenio que implicara una reducción del presupuesto en ciencia y técnica”.

Ingresos al Conicet

Conicet finalmente abrió el 16 de abril la Convocatoria de Ingresos a la Carrera del Investigador 2018. A pesar del atraso, Barañao confía en que se podrá cumplir con el cronograma y habrá un nuevo llamado en 2019. “Hubo una modificación en la convocatoria, una mejora que transparenta el proceso. Antes, cuando se llamaba a temas generales, que compite por la excelencia, sobre eso se aplicaba un criterio de prioridad regional. Ahora hay una convocatoria para temas generales solo por calidad. Y las prioridades regionales en vez de ser por provincia, son la solicitud de las instituciones que deben comprometerse a que le van a dar al investigador las condiciones adecuadas para que desarrollen sus tarea”, aclaró.
Acerca del cupo de 450 vacantes, Barañao aseguró que no es una política que tenga que ver con el ajuste presupuestario, “sino simplemente garantizar la sustentabilidad en el tiempo y la excelencia  de los recursos humanos que tiene el Conicet, la única institución que está incorporando gente”.