En 2016 se rompieron varios récords climáticos al alcanzarse una temperatura global, un aumento del nivel del mar y un retroceso de los hielos sin precedentes, según un informe de la Organización Mundial Meteorológica que, además, advirtió que las condiciones climáticas extremas podrían repetirse en 2017.
En este contexto, los ministerios de Ambiente y Defensa lanzaron el Observatorio Nacional de Cambio Climático que tiene entre sus objetivos la detección temprana de fenómenos climáticos de magnitud. “El Observatorio contribuirá a predecir eventos extremos tales como inundaciones, incendios, olas de calor y sequía”, afirmó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.
El nuevo organismo dispondrá de recursos técnicos y humanos del Ministerio de Defensa a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Instituto Universitario Aeronáutico, el Servicio Hidrográfico y la Universidad de la Defensa Nacional. Funcionará en la Fábrica Argentina de Aviones en Córdoba, donde ya se está reacomodando un pabellón con la infraestructura para comenzar este año.
“La idea no es crear una institución más, sino sumar toda la información disponible, contrastar los datos y encontrar variables”, aclaró desde Córdoba Alberto Ferral, asesor responsable de Proyectos del Ministerio de Ambiente y candidato a dirigir el Observatorio. “Tenemos que aportar elementos para la toma de decisiones políticas”, agregó.
El Observatorio promete analizar datos y crear mapas de incendios forestales, inundaciones, sequías, olas de calor, cambios de temperatura y precipitación. “El objetivo es tener un sistema de información, buscar indicadores de cambio climático y, a través de una matriz, generar pronósticos”. Para ello se utilizará información satelital, supercomputadoras del sistema científico argentino y tecnología de Arsat. “Contaremos con drones para poder hacer vigilancia y recoger datos in situ”, adelantó Ferral. Se espera que en una segunda fase se sumen otras instituciones como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, INTA, Conicet y universidades.
Amenazas. Desde Ambiente aclararon que no se trata de duplicar lo que ya hace en materia de alertas el SMN, sino integrarse a los sistemas de información ya existentes. “No sólo es importante saber que la tormenta llegará, sino tener en cuenta antes cuál es el ordenamiento territorial que se debe hacer para que la tormenta produzca el menor daño posible. La función del Observatorio será no sólo la prevención en el momento que se produce, sino antes”, explicó Ferral.
Para Alejandra Bonadé, consultora en Emergencias y Desastres de la OPS, la creación del observatorio “es un avance importante”, aunque aún falta conocer “cómo esa información será socializada a los organismos que deben dar respuesta como Defensa Civil y protecciones civiles”, ya que la información no debe ser sólo de organismos especializados, sino que debe contribuir a la reducción del riesgo.
“Por la extensión del territorio argentino, salvo tsunamis y huracanes, podemos tener de todo”, destacó Bonadé y enumeró algunas de las amenazas, tales como aludes, aluviones, olas de frío y de calor, nevadas, tormentas severas y epidemias. “El fenómeno no se puede evitar pero se puede trabajar en la vulnerabilidad y en la preparación para marcar la diferencia entre una emergencia y un desastre”, acotó.
Según Bonadé, “faltan estudios sobre las amenazas a las que estamos expuestos. Por eso un desastre ante todo es un desastre político porque los funcionarios prenden velas para que a ellos no les pase”.
El director de Cambio Climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Enrique Maurtua Konstantinidis, afirmó que “desde hace muchos años la sociedad reclama que haya sistemas de alerta temprana y que se aproveche todo el conocimiento científico que hay”. En cuanto a su funcionamiento, dijo que “es importante tener claro hasta dónde llegará la decisión y la ejecución porque una cosa es trabajar sobre la información y otra es pasar a la acción”.