CIENCIA
Ser transportada a la Antrtida

Presentan la primera estación científica 100% bio

La futura base polar llamada “Princesa Isabel” fue revelada hoy en Bruselas. Tiene forma de nave espacial y con ella se buscará sensibilizar al público sobre los efectos del calentamiento global.

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| AFP

Bruselas - El explorador belga Alain Hubert reveló hoy en un hangar de Bruselas la futura base polar "Princesa Isabel", una estación científica con forma de nave espacial que buscará sensibilizar al gran público sobre los efectos de recalentamiento planetario.

La base, de forma octogonal y construida con metal, materiales compuestos y madera, será transportada hacia la Antártida en barco en noviembre próximo e instalada en el este del Continente Blanco, a unos 4.200 km de las costas de Sudáfrica y unos 200 km tierra adentro, en un área entre la estación japonesa Syowa y la rusa Novolazarevskaya.

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Para verificar que todos los elementos calzan perfectamente y preparar al equipo que viajará a la Antártida durante el próximo verano austral, la base ha sido armada en cinco semanas en los antiguos depósitos de la aduana belga en Bruselas, donde el público podrá visitarla de jueves a domingo. Testigo privilegiado del derretimiento de los hielos durante sus expediciones al Artico, Alain Hubert estima, como el ex vicepresidente norteamericano Al Gore, que es necesario mediatizar las consecuencias previsibles del recalentamiento planetario para crear una dinámica que permita "evitar la catástrofe".

"Es la primera vez que la humanidad se ve confrontada a un problema de amplitud planetaria, que necesita una perfecta comprensión de sus causas y que nos obligará a encontrar soluciones inéditas", explicó Hubert a la agencia de noticias AFP.

Teniendo en cuenta esta situación, el explorador concibió una estación científica 100% ecológica, de "emisión cero" en materia de gases de efecto invernadero. Para cumplir con ese objetivo, la base obtendrá su energía de paneles solares térmicos, seis aerogeneradores y paneles de células fotovoltaicas. Además, el agua será reciclada y los desechos sólidos se evacuarán cada dos años.

El trabajo de la estación forma parte de una plan internacional científico en el que participan otros países, en el marco del Año Internacional Polar, que se celebra en 2007-2008. De acuerdo con el proyecto, la base "Princesa Isabel" será operativa sólo durante el verano austral, ocupada por un máximo de 20 científicos durante cuatro meses por año, de noviembre a febrero.

El lugar en el que será instalada, elegido durante tres viajes preliminares, ofrece numerosas posibilidades de investigación, subrayó el responsable científico del proyecto, Gauthier Chapelle. "La base servirá de estación meteorológica, los geólogos podrán explorar la cadena montañosa ubicada muy cerca. También hay un pequeño lago de agua dulce habitado por diminutos organismos para los biólogos y se podrán estudiar glaciares", precisó.

El costo de su construcción, unos 6,4 millones de euros, fue aportado por el gobierno belga, fondos privados y patrocinadores a través de la Fundación Polar Internacional, con sede en Bruselas. El gobierno belga se comprometió además a desembolsar 3 millones de euros, a través de la Oficina federal de Política Científica, para el mantenimiento de la base y su programa de investigación. La relación de los belgas con la Antártida se remonta a 1897, cuando un grupo de exploradores partió a bordo del "Bélgica" en un viaje exclusivamente con fines científicos.

En noviembre de 1957, en pleno Año Geofísico Internacional, Bélgica regresó al continente blanco para instalar su propia base, la estación Rey Balduino. Dos años más tarde, en 1959, el país europeo fue uno de los doce signatarios del Tratado Antártico que preserva a ese continente únicamente para actividades pacíficas. Sin embargo, desde 1967, cuando la estación rey Balduino fue abandonada y cerrada tras quedar enterrada bajo varios metros de nieve, Bélgica no tiene presencia en territorio antártico.

 

Fuente: AFP