Hace cincuenta años, Isaac Asimov, el mayor escritor de ciencia ficción y divulgación científica, publicó en el diario New York Times un ensayo sobre cómo imaginaba la vida en la Tierra en 2014. Hoy, con casi la mitad de sus profecías cumplidas, PERFIL invitó a seis expertos de Singularity University (SU), una institución innovadora que funciona en un campus de la Nasa y que tiene a Google, Cisco y Genentech entre sus impulsores; a imaginar cómo será la vida cotidiana en 2064. Inteligencia artificial, granjas verticales, autos que se conducen solos y alimentos generados en el laboratorio fueron algunas de las predicciones que dejaron los expertos durante su paso por Buenos Aires como oradores del encuentro InnovatiBA 2014.
Para Pascal Finette, a cargo del Laboratorio de Emprendimientos de SU, “en cincuenta años tendremos acceso a un enorme poder de cálculo en forma prácticamente gratuita; las comunicaciones ilimitadas serán un derecho y acceder a cualquier información, en todo momento, será la norma”. Finette, afirmó además, que “el trabajo cotidiano será realizado en forma conjunta por personas y sistemas de inteligencia artificial”.
Por su parte, Nick Haan, líder de proyectos de la SU, aseguró que “habrá compañías que estarán produciendo carne en forma in vitro, en un laboratorio, a partir de ADN. Eso facilitará el acceso a las proteínas, sin necesidad de recurrir a la ganadería ni a los mataderos”.
Leonardo Valente, un innovador argentino que pasó por la SU, predijo que en los próximos cinco años probablemente se vea el impacto de la movilidad inteligente: “ejemplos como los autos que se conducen solos están a la vuelta de la esquina y su avance depende más de la regulación que de la tecnología”.
También habrá un lugar preponderante para el desarrollo de algo hoy incipiente: las impresoras 3D. Emeline Paat-Dahlstrom, vicepresidente de operaciones de la SU, confirmó que “esta tecnología cambiará nuestras vidas, tanto en la Tierra como en el espacio”. Y recordó que la NASA ya mandó a las Estación Espacial una impresora 3D para ensayar la fabricación de repuestos a medida.
Otro de los innovadores argentinos que pasaron por la SU es Ignacio Peña. A la pregunta de: ¿cómo será la vida en 2064?, respondió que imagina un futuro con cursos masivos online, tabletas ultra-baratas y agricultura vertical. “Las innovaciones más urgentes serán las relacionadas con energías alternativas e inclusión. Sólo así lograremos que las personas vulnerables lleven una vida digna en una era de automatización”, añadió.
“Dado el crecimiento exponencial de ciertas tecnologías, puedo imaginarme un 2064 en el cual –finalmente– interactuaremos con robots tal como lo hacemos hoy con los seres humanos, el petróleo ya no será una fuente de energía viable y habitar Marte comenzará a tener sentido”, sostuvo, por su parte, Gabriel Weinstein, tecnólogo argentino y ex estudiante de la SU. “Los autos se manejarán solos, ya sea por tierra o por aire, y podremos adaptar nuestros cuerpos a cada necesidad, añadiendo o reemplazando partes deterioradas. Y no necesitaremos matar animales para comer, sino que la comida se fabricará en laboratorios”, apuntó.
Los expertos coincidieron en que disciplinas como la neurociencia, la biotecnología,la nanotecnología y la inteligencia artificial son las que darán el salto más importante y nos abrirán el camino hacia el futuro.