En Argentina la tasa de mortalidad infantil disminuyó de 9,7 por mil nacidos vivos en 2016 a 9,3 en 2017, lo que representó una reducción de 514 defunciones de niños menores de un año. Mientras que la mortalidad materna alcanzó la menor tasa de la serie histórica de los últimos 10 años, con 2,9 cada diez mil nacimientos, según un informe difundido hoy por la Secretaria de Salud de la Nación.
La tasa de mortalidad infantil (que es la cantidad de niños menores de 1 año fallecidos sobre el total de recién nacidos vivos) descendió a nivel nacional casi medio punto y doce provincias registraron en 2017 la más baja de los últimos 10 años. Además, hubo 2.762 defunciones menos que en el 2008.
La tasa de mortalidad infantil descendió a nivel nacional casi medio punto y doce provincias registraron en 2017 la más baja de los últimos 10 años
“En el 2017 la disminución de la tasa de mortalidad infantil fue atribuible principalmente a la disminución de la tasa de mortalidad postneonatal (hasta el año de vida). En gran medida, esta baja se atribuye a la disminución de las defunciones por enfermedades respiratorias entre los años 2016 y 2017 con 120 defunciones menos”, explicaron autoridades sanitarias.
En cuanto a la Tasa de Mortalidad Neonatal (TMN) no presentó variaciones entre estos años, se mantuvo en 6,5 por mil nacidos vivos. La primera causa de mortalidad neonatal es la prematurez, seguida por malformaciones congénitas.
En 2017, el 99,7% de los partos se produjeron en instituciones de salud, de las cuales casi el 60% pertenecen al subsector público. Durante ese año nacieron 704.609 niños, 23.426 menos que el año anterior.
Madres. La tasa de mortalidad materna –muertes maternas sobre nacidos vivos– descendió 0,5 (de 3,4 a 2,9 por diez mil) lo que significa que en 2017 hubo 43 defunciones menos en comparación con el año anterior, lo que representa una reducción del 17%.
“Este descenso es atribuible principalmente a la reducción de las muertes por embarazo terminado en aborto, a las hemorragias (antes y después del parto) y a la disminución de las causas obstétricas indirectas, es decir, no vinculadas directamente con el embarazo, como por ejemplo, las enfermedades respiratorias”, detallaron.
Las autoridades sanitarias recordaron que la prioridad de la salud materno infantil es que "toda mujer tenga el derecho a un embarazo planificado y a un parto seguro y respetado y que todo niño nazca en el nivel de complejidad que según su riesgo le corresponde".
Embarazo adolescente. En lo que respecta al embarazo adolescente, la cantidad de nacidos vivos de mujeres entre 10 a 19 años registró un descenso, con 5.245 nacidos vivos menos que el año anterior, lo que significó una reducción de un 20%.
“En este caso, se están observando los primeros resultados del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA) que se lanzó en 2017 y cuenta con estrategias de sensibilización a la población en general y a las/os adolescentes en particular sobre la importancia de prevenir y disminuir el embarazo no intencional, mejorar la oferta de servicios en salud sexual y reproductiva en relación con la disponibilidad, accesibilidad, calidad y aceptabilidad de las prestaciones, y potenciar las decisiones informadas de este grupo de edad”, explicaron desde la Secretaría de Salud.
Sin embargo, para el grupo de adolescentes de 10 a 14 años (adolescencia temprana), en el año 2017 se registró un leve ascenso de 74 nacimientos. En tal sentido, las autoridades sanitarias afirman la importancia de que se cumpla la ley de educación sexual integral en todo el país y que los protocolos de abuso sexual, como el que difundió el gobierno nacional, sean ampliamente aplicados.
La maternidad adolescente presenta diferencias según la región del país, siendo las provincias del norte las que mayores tasas presentan, con valores que van de 29 a 45 niños cada mil mujeres adolescentes.