CIENCIA
prevencion del cancer de cuello de utero

Vacuna contra el VPH: aunque es obligatoria, el 30% de las nenas de 11 aún no se la aplicó

Tienen incompleto el esquema de dos dosis y por eso están desprotegidas. A cinco años de su incorporación en el calendario oficial, lanzan una campaña nacional para aumentar la cobertura. Evalúan inmunizar a los varones.

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eficaz. En Australia la vacuna redujo 86% la prevalencia de infección por VPH. | Cedoc Perfil
Este año se celebra un doble aniversario para la prevención del cáncer de cuello de útero (CCU), el segundo tipo de tumor maligno más frecuente entre las argentinas. Por un lado, se cumple una década de la llegada al mercado de la primera vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), principal responsable de las infecciones genitales que pueden derivar en la enfermedad que, según la OMS, mata anualmente a 266 mil mujeres en el planeta. Por otro, en octubre serán cinco los años que pasaron desde que se la incorporó al calendario nacional de inmunizaciones del país. A simple vista, el festejo debería ser a lo grande. Sin embargo, todavía persisten barreras que hacen que, a pesar de que la vacuna es obligatoria y gratuita para todas las niñas de 11 años, todavía tres de cada diez adolescentes argentinas no están protegidas.

“El desafío de captar adolescentes es muy grande, porque no se suelen acercar al sistema de salud o no tienen percepción del riesgo de enfermar, más allá de que siempre es difícil que una persona recuerde darse dos dosis de una vacuna”, explicó a PERFIL Carla Vizzotti, a cargo de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación. “Por eso –continuó– desde este mes y hasta diciembre lanzamos una campaña a nivel nacional para lograr que todas las niñas nacidas a partir del 1º de enero de 2000 que hayan iniciado el esquema contra el VPH lo completen”.

Para que la vacuna sea efectiva se requieren dos dosis, con un intervalo mínimo de seis meses entre ellas (hasta 2015, las dosis eran tres). “Si se recibe sólo una aplicación, los beneficios de la vacunación pueden ser limitados”, advirtió Silvio Tatti, profesor de Ginecología en el Hospital de Clínicas.

Según los datos oficiales, la cobertura con la primera dosis a nivel país es del 83,5%, número que baja al 50% en la segunda. “El balance de estos cinco años es altamente positivo, con una muy buena cobertura al inicio del esquema y una cobertura aceptable y muy mejorable con la segunda dosis”, evaluó Tatti, quien, igual que Vizzotti, consideró que la principal razón detrás de la diferencia es la doble aplicación. Ambos descartaron el temor a la vacuna, algo que sí ocurre en otros países (ver recuadro).

Para Marisa Labovsky, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil: “Es cierto que está rodeada de cierto prejuicio. Pero hay que seguir trabajando para aclarar las dudas, porque es un arma muy importante que tenemos, ya que nos permite hacer prevención primaria del cáncer, y que ha demostrado bajar la circulación del virus en los países en los que se aplica desde hace más tiempo”.

DesafТo. “Todavía no vemos el impacto de la vacunación en el consultorio porque las niñas recién ahora tienen la edad de visitar al ginecólogo”, señaló Tatti. Y pronosticó que primero habrá una disminución en la circulación del virus y luego, menos Paps anormales. “Recién en unos 12 a 16 años veremos una reducción de lesiones precancerosas y en 18 o 20 años, menos casos de cáncer”, anticipó.

En otros países, los efectos ya son evidentes. En mayo, un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases revisó 58 trabajos sobre eficacia e impacto “en el mundo real” de la vacuna contra los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH (la misma que se aplica desde 2014 en el país) en Australia, Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Entre otras conclusiones, determinó que a seis años de estar disponible la vacuna, la prevalencia de la infección por VPH en las australianas de 18 a 24 años se redujo un 86% luego de completar el esquema, en comparación con aquellas no vacunadas en ese mismo período de tiempo.

“Desde la Comisión Nacional de Inmunizaciones les recomendamos a las autoridades sanitarias que se vacune también a los varones. Eso tendría un impacto muy rápido en la disminución de verrugas genitales. En Australia cayeron un 80% desde que tomaron esa decisión”, informó Tatti. Y agregó entusiasmado: “Es probable que en enero de 2017 podamos arrancar”. Sin embargo, Vizzotti puso paños fríos: “La posibilidad de vacunar a los varones está en agenda y lo evaluamos permanentemente, pero hoy la prioridad es completar la vacunación en las niñas. Nuestro foco hoy es prevenir el cáncer de cuello de útero”.