¿Cómo respondemos a un cumplido al respecto de una faceta de nuestra personalidad, que a la vista de otros resulta sobresaliente?
Jorge Luis Borges le concedió en el año 1980 una entrevista al periodista español Joaquín Soler Serrano, en la que realizó declaraciones por demás interesantes: “La vida del escritor es una vida solitaria. Uno cree estar solo y, al cabo de los años, si los astros son propicios, uno descubre que uno está en el centro de una especie, de un vasto círculo de amigos invisibles; de amigos que uno no conocerá nunca físicamente, que lo quieren a uno, y eso es una recompensa más que suficiente”.
¿Qué hubieran sentido al respecto de los cumplidos este y otros grandes de la literatura en los tiempos actuales, donde las redes sociales colocan en contacto directo con sus lectores?
Yamely, una joven de México, me escribió por WhatsApp.
“Sé todo el trabajo que usted ha hecho, he seguido su trayectoria y sé lo que despierta en la gente, usted inspira a muchas personas y realmente espero participar en alguna de sus charlas ya que su enfoque es muy diferente al de los demás. En verdad, es un placer conocerlo, sabía que era una excelente persona pero no tenía idea de que, siendo tan importante, fuera usted tan amable y responder mi saludo”.
En distintas ocasiones, recibí reconocimientos y siempre los sentí sobredimensionados.
“Es un mito que soy una persona importante”, le respondí.
“Aquí, en México, así lo vemos quienes seguimos su trabajo”, me respondió Yamely. “Usted acepte los cumplidos, realmente se los merece”.
Elevar la autoestima aceptando lo bueno que la vida nos ofrece es trascendente para nuestro desarrollo personal, e indudablemente los cumplidos resultan ser un estímulo importante para lograrlo. ¡Gracias, Yamely!
*Escritor dedicado al desarrollo personal y liderazgo (@RicBenedetti).