COLUMNISTAS
argumentos

Bajo la alfombra

Un periodista amigo me cuenta que en la revista donde colabora le están empezando a pagar con ropa.

|

Un periodista amigo me cuenta que en la revista donde colabora le están empezando a pagar con ropa. Se acabaron los cheques y los giros bancarios, ahora le dan pantalones o remeras que la revista consigue por canje de publicidad. La misma revista hace un año le publicó una nota de investigación donde él hablaba de los viejos ingenios azucareros del norte donde a los matacos que levantaban la cosecha les pagaban con un poco de yerba, azúcar y harina. Esta vuelta al trueque –en este caso trueque forzoso porque quizá uno recibe ropa que no necesita– me hace pensar en una vuelta a 2001 pero esta vez no como estallido social, sino como implosión, como crisis disimulada, barrida abajo de la alfombra, oculta, una crisis sin asamblea, donde las cosas estallan hacia adentro y con vergüenza, dentro de las casas, en los grupos de amigos, en las empresas, en los clubes, en las instituciones. Las grandes manifestaciones de protesta popular suceden cuando la gente tiene la energía para hacerlas. En este momento de depresión social, de crisis a puertas cerradas, no parece haber fuerzas para ningún tipo de manifestación pública más allá de las marchas por las muertes en manos de la delincuencia. La indignación se atomiza, no encuentra cauce ni blanco. Y ese ha sido un gran logro de este gobierno, no quedar como culpables de la crisis; han hecho un gran trabajo en diseminar la responsabilidad señalando a los demás, a los gobiernos anteriores y a los opositores. Si prospera la nueva Ley de Medios como la quiere sacar el Gobierno, en el futuro decir estas cosas a través de algún medio audiovisual podría ser ilegal. El Gobierno tendría a su cargo un organismo para sancionar las conductas que no se encuadren en los contenidos de sus normas. Por medio de este organismo, el presidente de turno podrá regular a su antojo el contenido de la programación televisiva. Uno de los principales argumentos del oficialismo para modificar esta ley es que fue creada durante la dictadura. Recordemos que, para el caso, la ley en la que se basan las famosas retenciones también es una ley de la dictadura.