Hoy Chile se encuentra ad portas de un momento histórico. Lideramos una candidatura que ha logrado posicionarse como una alternativa real de gobierno, enfrentando a las dos grandes coaliciones que han gobernado este país durante los últimos 20 años: unos, desde el poder político y los otros, desde el poder económico. Hemos sido capaces de representar a los miles de chilenos que desean un recambio de rostros y de las ideas que han gobernado este país.
Esta candidatura, que nació del respaldo ciudadano, de la convicción de las ideas y de la audacia de promover un cambio positivo para Chile, hoy se encuentra con grandes opciones de disputar la segunda vuelta con el candidato de los empresarios y de llegar en marzo a la presidencia de nuestro país.
Nos hemos planteado tres grandes metas para promover cambios reales que nos permitan habitar un Chile más justo, solidario y sustentable. Primero una reforma tributaria que sea capaz de establecer nuevas reglas del juego. Chile es uno de los países con peor distribución de ingresos en el mundo y eso no lo compartimos. Deseamos elevar el royalty a las mineras y aumentar los impuestos a las empresas para llevar a cabo un serio desarrollo de nuestros programas de protección social. Nuestro segundo eje son las reformas políticas. Necesitamos una política acorde a los nuevos tiempos, necesitamos una política abierta y participativa que dé la cara a la ciudadanía, que oiga sus demandas y las acoja sin importar su origen. Necesitamos promover y estimular la participación ciudadana para oír todas sus propuestas para fortalecer una sociedad activa y deliberante. Una democracia se hace más fuerte cuando más personas participan. Y nuestro tercer punto es la educación. Tenemos un serio déficit en esta materia, por ello deseamos fortalecer e inyectar los recursos necesarios para tener una educación pública de primer nivel, donde nadie que no tenga recursos se quede sin la opción real de tener una educación digna y de calidad.
Hoy representamos una alternativa cuando hace tan sólo unos meses nadie apostaba una ficha por nuestra candidatura. Comenzamos a recorrer Chile y poco a poco quienes nos miraban despectivamente fueron asombrándose de nuestro crecimiento. Con humildad, coraje y la convicción de querer un país mejor, fuimos construyendo equipos y apoyos que se fueron multiplicando por nuestro territorio. Nuestras propuestas, serias y planificadas por un grupo de expertos profesionales, fueron siendo cada vez mejor recibidas, encontrando eco en los miles y miles de chilenos que confían en que podemos seguir creciendo pero con respeto a los trabajadores y al medioambiente.
Potenciaremos la participación ciudadana porque confiamos en que cuando más hacen escuchar su voz, más fuerte es nuestra democracia y sus instituciones. Chile debe mirar al futuro para sentar las bases de una nueva estrategia de crecimiento, una estrategia más solidaria con los trabajadores, más amable con las mujeres y más inclusiva con los jóvenes.
La seriedad de nuestras propuestas y desafíos de futuro han sido compartidas con otros gobernantes de la región como Cristina Fernández, Lula y Rafael Correa. En todo este recorrido hemos sentido fuera de Chile lo que vivimos a diario en nuestro país: somos una alternativa creíble y con gran proyección. No me cabe la menor duda de que con esta nueva mayoría que estamos construyendo, lograremos una integración fructífera con nuestros vecinos. En la lógica de la política del pasado, estos días compartiendo con líderes de América serían días perdidos en una campaña, pero en la lógica del futuro son la demostración que este sueño ya se está haciendo realidad. Somos una alternativa de verdad. Nuestros vecinos lo reconocen. Chile también.
* Candidato a la Presidencia de Chile.