La economía norteamericana representa 32% del PBI mundial y la china 5,5%. Pero la contribución de la economía china al crecimiento de la economía mundial es significativamente mayor que la de la primera (23% vs. 19% en 2007).
La razón fundamental de esta diferencia es que la irrupción de China en el comercio internacional ha modificado la naturaleza del mercado mundial de commodities. La República Popular es hoy la mayor consumidora de 4 de las 5 principales materias primas, y en el petróleo, donde cede la primacía a EE.UU., será la primera en 2010, según la Agencia Internacional de Energía (IEA).
Significa que todos los países exportadores de materias primas, en su triple dimensión granaria, energética y mineral, se vinculan con la economía mundial y el proceso de globalización primordialmente a través de la República Popular, no de EE.UU.
La cuestión del crecimiento de la economía mundial en 2008 exige, así, no una respuesta referida a EE.UU., sino a la situación y perspectivas de la República Popular China.
El PBI chino alcanzó los 3,42 trillones de dólares en 2007 (22,66 trillones de yuanes), medido según la capacidad de compra doméstica (PPP).
Fue el resultado de una tasa de crecimiento de 11,4% en 2007, la mayor en 13 años. También fue el quinto año consecutivo con un nivel de expansión por encima del 10% anual.
El superávit comercial (saldo de las exportaciones sobre las importaciones) ascendió a 262.200 millones de dólares en 2007, un aumento de 47,7% con respecto al año previo.
Este saldo, el mayor del mundo, fue obra de exportaciones que treparon a 1,2 trillón de dólares, con un alza de 25,7% en relación con 2006. Las importaciones representaron 955.800 millones de dólares, con un auge de 20,8%.
El problema de si China puede crecer sostenidamente a un ritmo semejante al del último año, al del último lustro, o en relación con el nivel de crecimiento de las últimas tres décadas (1978/2008), en las cuales se expandió a un promedio de 9,4% anual, es la cuestión central de la economía mundial en 2008, tras la honda desaceleración norteamericana.
La productividad del trabajo creció en China 9% anual entre 1978 y 2003, con un aumento promedio de 6% por año en la agricultura, los servicios y la industria, mucho más alta en los dos últimos que en la primera.
Fue el resultado del traslado de la fuerza del trabajo del campo a las ciudades. En 30 años, más de 250 millones de campesinos chinos pasaron de la agricultura a la industria y los servicios; y esa transferencia aseguró al menos 3 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento anual. Hay que sumarle la extraordinaria mejora de la calidad de la fuerza de trabajo a través de un gigantesco incremento de los gastos de educación, que eliminó el analfabetismo y extendió la educación primaria a 9 años.
El sistema gobernante en China realizó a partir de 1998 una innovación en materia educativa que implicó una modificación en la estrategia de desarrollo. Colocó el énfasis en los recursos de la alta educación universitaria y científica, con el objetivo de aumentar el nivel de conocimiento y calidad del proceso productivo. Lo decisivo es lo que ocurre con ingenieros y científicos. Eran 168.000 los que se graduaron en 1996; y fueron 700.000 en 2005.
El resultado es que China tendrá en 2010 un número de ingenieros y científicos (Ph.D.) sustancialmente mayor que EE.UU. Produce tres veces más ingenieros que las universidades norteamericanas, y 39% de sus graduados secundarios en ciencias llegan a ser Ph. D.; mientras que sólo 5% lo serán en EE.UU.
El crecimiento de la población universitaria no responde a un aumento de la demanda de los mercados laborales, ni actual ni potencial.
Es el resultado de decisiones estratégicas tomadas por el más alto nivel de decisión política del Estado y del Partido, como respuesta a una visión de largo plazo sobre el significado del crecimiento económico fundado en el conocimiento, característico de la globalización del sistema capitalista en sus países más avanzados.
La idea de que los dirigentes chinos son pragmáticos que actúan de forma reactiva frente a los acontecimientos es un error de información.