Desde mayo de 2008, las relaciones entre Taiwán y China continental han manifestado una marcada distensión en sintonía con nuestra iniciativa de mejorar la interacción a través del Estrecho de Taiwán.
Tras tomar posesión de nuestros cargos, reactivamos las consultas institucionalizadas a través del Estrecho de Taiwán entre la semioficial Fundación para los Intercambios a través del Estrecho (SEF) y su homóloga en China continental, la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwán (ARATS), consultas que habían estado interrumpidas durante más de una década.
Estos esfuerzos han producido dos rondas de conversaciones entre los equipos de negociación encabezados por el presidente de la SEF, Chiang Pin-kung, y el presidente de la ARATS, Chen Yunlin, así como la firma de media docena de acuerdos, lo que se traduce en un avance significativo en el desarrollo de las relaciones.
En mi discurso del 20 de mayo, anuncié la necesidad de mantener el statu quo en el marco de la Constitución de la República de China, es decir, no a las conversaciones sobre unificación con el continente, no a la creación de una república independiente de Taiwán y no al uso de la fuerza para resolver las cuestiones acerca de la soberanía. También hice un llamamiento para “afrontar la realidad, crear un nuevo futuro, dejar a un lado las controversias y buscar soluciones beneficiosas para todos”, lo que nos permitirá lograr un beneficio mutuo.
Hoy, dos décadas después de que se iniciara el mecanismo de diálogo entre la SEF y la ARATS, Taiwán necesita responder a las oportunidades y los desafíos planteados por el crecimiento de China continental y la globalización, continuando con el fortalecimiento de su democracia, estableciendo bases sólidas para el desarrollo económico sostenible, avanzando hacia la igualdad social.
En la ronda de las “conversaciones Chiang-Chen”, las delegaciones de la SEF y de la ARATS se centraron en asuntos económicos, entre otras cuestiones, y se firmaron acuerdos sobre transporte marítimo, transporte aéreo, servicios postales y seguridad alimentaria.
Con el fin de establecer una base sólida para la paz duradera a través del Estrecho, trabajaremos para concretar medidas militares encaminadas a la creación de confianza y para poner las condiciones favorables a la negociación de un acuerdo de paz. También vamos a persistir en la defensa de nuestros principios de “diplomacia flexible” y en la observación de una “tregua diplomática”.
En la recientemente celebrada conferencia de líderes económicos de la APEC, en Lima, el ex vicepresidente Lien Chan participó en intercambios constructivos con los miembros de la delegación de China continental para estudiar posibilidades de cooperación en el marco de la APEC. Este es un importante paso hacia la mejora de la interacción entre ambos lados en los asuntos internacionales, que, junto con otros ejemplos de nuestra política de diplomacia flexible, se ha ganado el reconocimiento de la comunidad mundial.
Un reciente informe del Congreso de los Estados Unidos reitera el consenso de los legisladores de EE.UU. en que el país debería apoyar una participación significativa de Taiwán en los organismos especializados de las Naciones Unidas, incluida la OMS. Instamos, por consiguiente, a China continental a que tenga el sentido común de prescindir de tácticas diplomáticas de suma cero encaminadas a oprimir el espacio internacional de Taiwán, y que tome en serio las aspiraciones de nuestro pueblo a la hora de desempeñar su papel en la comunidad internacional. Este camino ofrecerá la mejor esperanza para que los dos lados aúnen sus esfuerzos en la promoción del bienestar de la humanidad y de las perspectivas futuras de una paz regional duradera.
El futuro nos deparará retos, sin embargo merece nuestros más serios esfuerzos. Sólo dándolo todo podremos cumplir con nuestro compromiso solemne de trabajar para la paz y la estabilidad regionales.
*Presidente de la República de China (Taiwán).