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Democracia limitada

La asunción de Raúl Alfonsín en 1983 fue una gran esperanza para la ciudadanía de poder vivir nuevamente en libertad y con la democracia funcionando.

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La asunción de Raúl Alfonsín en 1983 fue una gran esperanza para la ciudadanía de poder vivir nuevamente en libertad y con la democracia funcionando. Fue un gobierno de transición, porque Alfonsín pudo sortear un ejército muy duro tras años de dictadura muy difíciles y también pudo enfrentar una situación económica hostil, aunque no pudo resolverla.

Hizo una presidencia digna, aunque las leyes de obediencia debida y punto final fueron amnistías encubiertas que resultaron muy negativas. Su peor error fue como ex presidente, cuando concertó en secreto con Carlos Menem una reforma constitucional para posibilitar la reelección del presidente. Nosotros teníamos un poema de Constitución y la convirtieron en un mamarracho. El gobierno menemista tuvo algunos aciertos, como las medidas liberales que permitieron las privatizaciones, muy esperadas en ese momento.

A 25 años de democracia, aún hay temas pendientes. El principal es levantar el nivel económico del pueblo, para que no pueda comprarse el voto en los ámbitos suburbanos. Para que haya democracia debe haber un pueblo educado, con bienestar económico. Aquí fuimos para atrás, porque estamos peor que en 1983. Pero soy optimista, porque creo que se puede avanzar mucho aún, dejando atrás el caudillismo y apostando a la transparencia.

Vivimos en un país democrático, pero con limitaciones, pues formalmente existe una presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pero se deja trascender porque quien gobierna efectivamente es su marido, el ex presidente Néstor Kirchner.


*Diputado nacional por la UCR.