COLUMNISTAS
Defensora de Género

Desafíos de la igualdad en el poder, la justicia y el trabajo

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Mural. Impactante nota sobre “las tres muertes de Camila”, en Jujuy. | na

La igualdad entre mujeres y hombres es difícil de alcanzar en varios campos. La semana pasada celebramos la ampliación de derechos que implicó la ley de interrupción voluntaria del Embarazo –IVE– y la garantía de derechos y apoyo económico para mujeres en condiciones de vulnerabilidad que continúan su embarazo con la ley de los mil días. Ese mismo día hubo noticias que nos recordaron cómo en otros campos continúa la desigualdad, e incluso los pocos logros no los vemos o señalamos.

En alimentación las mujeres concentramos esta responsabilidad, gozamos del “privilegio” de programar todos los días qué comer y lograr llegar a fin de mes dentro del presupuesto de cada hogar. Esto se complementa con la preparación de los alimentos que se consumen. La nota de Clara Fernández Escudero el domingo en base a un estudio del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo XXI que analizó la dieta en tiempos de pandemia aporta evidencias. Si bien hubo un cambio en la dieta, aclaran que se come lo que se puede ante las restricciones económicas y de obtener los alimentos, mujeres y hombres comen diferente. La directora de la Escuela de Nutrición de la universidad indica que la pandemia aumentó la tendencia, que ya antes se observaba, de un mayor consumo de harinas y panificados. Respecto a las diferencias entre mujeres y hombres, aclara que las mujeres comen diferente no solo por la preocupación por el peso corporal, sino principalmente porque tienen “una visión de ellas como cuidadoras de la salud”. O sea ellas asumen la responsabilidad de la alimentación de los otros como forma de cuidarlos. 

Esto aumenta la desigualdad frente a la responsabilidad en el cuidado de la salud, pero también sobrecarga las tareas domésticas de las mujeres, reforzando el principal o exclusivo papel que desempeñan con la consiguiente restricción de otras actividades. Esta desigualdad basada en los roles estereotipados de género que se deben cambiar, lo que en gran medida se logrará con la Educación Sexual Integral y con políticas públicas de cuidados no remunerados que esperamos se planteen. De la nota surge otra desigualdad respecto a la carrera de Nutricionistas, que es casi exclusiva de mujeres. Esto refleja el papel de responsables de la alimentación como cuidado de la salud de los demás que ostentan las mujeres. Por eso la directora de la Escuela es una mujer, porque la competencia por ejercer niveles de decisión de las mujeres en esta profesión es muy baja o nula, excepto que participen médicos.

Una reflexión especial merece la nota de Nadia Galán el domingo en Policiales: “Las tres muertes de Camila”, la joven que murió hace diez meses en Huacalera, Jujuy. La primera autopsia mostró que la muerte fue porque “se ahogó en alcohol”. La madre no lo creyó y denunció femicidio y logró la intervención de un perito de parte que desmintió la muerte por broncoaspiración y ebriedad y señaló las marcas de violencia. Luego se creó una junta médica determinando que fue envenenada. Las tres muertes de Camila son los tres informes que cambiaron la calificación. Del primero rechazado por el perito de parte que accedió al material de la autopsia hasta el último con el dictamen de la junta médica y concluyendo que fue envenenada. Esto configura el femicidio que condujo a la detención de su ex pareja. Ahora el perito inicial está recusado por la madre por falsedad y ocultamiento de información. Se requirieron nueve meses para saber la verdad ¡Cuánto falta en la Justicia para lograr que incorporen la perspectiva de género y se acaben estas peregrinaciones no siempre exitosas! Lo que conocemos es apenas la punta del iceberg que oculta la gran mayoría que quedan impunes. En la Justicia estamos muy lejos de la igualdad, a pesar de la ley Micaela que aún no consiguió permearla.

En 50/50 el domingo hay una noticia sobre cómo aumentar las mujeres al volante. Una ONG que lo promueve señala que solo el 27% de las licencias de conducir son de mujeres y de éstas 2% son profesionales. Esto motivó la asociación con Cabify, la empresa de movilidad, para organizar jornadas de capacitación e información para mujeres promoviendo su inclusión en la plataforma para prestar servicios. Sumamos lo que está haciendo la radio El Borne para ampliar la participación de mujeres conductoras de camiones, algo muy poco frecuente. Ésta es un área clave para ampliar la inserción laboral de las mujeres y mejorar sus ingresos ¡Sigamos luchando por la igualdad!