COLUMNISTAS
el futuro

Desafíos, opciones y riesgos

default
default | Cedoc

Si el presente genera interrogantes, son de quienes sueñan con un cambio antes que de quienes nos deben gobernar, como si la muerte abriera a los opositores un espacio que, hasta el momento, les negó la vida.

El Gobierno ha perdido a su actor principal, sin que ello implique debilidad. La Presidenta tiene el poder y la experiencia como para que pocos duden de la solidez de su gobierno, y es mayor la obligación de apoyarla, para los que no la quieren que la posible debilidad de sus seguidores.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

¿Cómo será su gobierno y el todavía lejano futuro electoral?

Al momento, es mayor la fragilidad de la oposición que las dificultades del Gobierno por la ausencia del jefe político. Demasiados estaban unidos por el rencor como para no sentirse dañados ante la ausencia del objeto de sus odios. Una oposición con más de una docena de candidatos sólo coincidía en sus enemigos y se dispersaba en sus escasos amores.

Algunos dicen que quien ya no está fue responsable de que no existan alternativas. Es solo una parte de la verdad. Ante el dolor, el Gobierno mostró unidad, con una multitud de adeptos y logró incluso el retorno de un par de hijos pródigos al rebaño de los que suelen enamorarse del poder. Se advierte una juventud con mística y una buena parte del pueblo, acongojada. Quienes gobiernan demostraron ser la mejor vocación nacional en juego. Pero en su virtud se ocultan riesgos: el sectarismo es óptimo para fanatizar minorías y espantar mayorías.

La Presidenta tiene experiencia y capacidad de sobra como para transitar tranquilamente el resto del gobierno y hay cuadros e inteligencia más que suficientes. Los duros insisten en dividir las aguas, convencidos de ser mayoría; los blandos en abrir espacios y convocar a los que dudan para asegurar la a victoria.

Es posible seguir gobernando con los halcones, lo seguro es que ellos culminan su tarea en una derrota electoral. Una herencia irracional de los setenta convoca al heroísmo sin asumir los riesgos de sus actos; hoy la amenaza no es la tragedia, sino una compleja cercanía a los enormes espacios de la comedia.

Los duros calman la conciencia de sus jefes y ahuyentan todos los intentos críticos: imaginan una sociedad donde son mayoría, olvidando que con sus actos suelen retornar siempre al lugar de la derrota.

La Presidenta puede necesitar a los fundamentalistas, para que la acompañen en el duelo, si queda claro que no va a ser por mucho tiempo.

Todas las encuestas develan el prestigio de los que opinan poco y la consiguiente derrota de los agresivos. Así, el gobernador de Buenos Aires crece demasiado por definir muy poco; el fanatismo de Elisa Carrió la llevó a desaparecer de las encuestas.

¿Y para qué inventar problemas sindicales, si los sindicatos siempre supieron acordar con el poder, mucho más cuando éste les concedió mucho y se corresponde con sus ideas políticas?

En economía, la inflación es real, pero hay demasiado viento de cola y un Estado decidido a distribuir esas ganancias, las mismas que varios de sus detractores se hubieran llevado al extranjero.

Cristina, puede heredar lo de Néstor y arrastrar heridos, o abrir su gobierno al diálogo con la oposición, en un camino prometedor.

El Gobierno no alberga ni riesgos ni conflictos aunque, de persistir en su sectarismo, puede complicar su mañana electoral. En cambio, con la apertura al diálogo tiene más espacio para crecer, que la hasta ahora supuesta oposición, que alberga quince candidatos. Si el frente opositor no logra seleccionar a alguno, el Gobierno puede cansarse de cometer errores que sus adversarios difícilmente logren sucederlo.

En síntesis, el Gobierno de la Presidenta no deja dudas sobre su solidez. El futuro electoral es otra cosa, alberga todas las opciones de la imaginación.

Pero esos serán otros tiempos.


*Militante justicialista.