Es que, más allá de las limitaciones del mercado publicitario, la tecnología analógica no permitía la existencia de más canales de aire, que debían dejar un lugar vacío entre ellos y ser todos números impares (7, 9, 11, 13) porque los pares eran para Uruguay (8, 10, 12), país con el que se superponían las ondas analógicas.
La aparición de la tecnología de la televisión digital (codificación binaria, como las computadoras) permitió que con el mismo ancho de banda que antes consumía un canal de televisión analógica pudieran transmitir varios haciendo que los gobiernos de todo el mundo impusieran el apagón analógico para poder ampliar la oferta de canales de aire y recuperar espectro para las telecomunicaciones de celulares, por ejemplo. Además de la optimización del espectro, también la definición de la imagen y el sonido es de mucha mayor calidad.
La obligación de dejar de transmitir analógicamente y pasar a digital comenzó en Europa en 2006, en Oriente y Japón en 2012, en India en 2014 y en Estados Unidos y México en 2015. En Argentina el apagón analógico será el 1º de septiembre de 2019 cuando Telefe, El Trece, Canal 9 y América TV, lo mismo los canales abiertos del resto del país, tendrán que pasar a transmitir digitalmente.
Anticipándose al apagón, distintos países comenzaron a licitar los canales de televisión digital abierta (TDA) que la tecnología permite ahora sumar a los canales abiertos analógicos. En la Argentina la oportunidad tecnológica fue aprovechada por el kirchnerismo, en el marco de la llamada Ley de Medios, para abrir oferta pública a la licitación de estos nuevos canales de televisión con el objetivo de concedérselos a sus partidarios. En los dos canales que fueron otorgados esta semana, Perfil tuvo que competir con los tres más emblemáticos representantes de la comunicación K: Cristóbal López, Sergio Szpolski y el productor de 6,7,8, Diego Gvirtz.
El combo TV abierta sin tener que pagar cable más abono por internet tipo Netflix parece ser el formato de TV del futuro
Dando por descontado que los canales ya estaban preadjudicados a los medios kirchneristas, ninguna empresa de medios tradicional se presentó a las licitaciones, al considerarlo como una pérdida de tiempo y dinero. Perfil, con la experiencia que acumuló en el juicio que le ganó al Estado por discriminación con la publicidad oficial, decidió presentarse en las dos licitaciones y volver a reclamar judicialmente por esta otra forma de discriminación. La Justicia nuevamente nos concedió un amparo en 2015 y obligó al gobierno anterior a reconsiderar nuestra oferta, que era la mejor calificada pero la Afsca de Sabbatella había desestimado. El mismo amparo logró frenar la entrega de los canales a Szpolski y Cristóbal López (quien ya por entonces había comprado la empresa de Diego Gvirtz). En enero de este año, el Enacom, sucesor de la Afsca, confirmó que los fundadores de Perfil eran ganadores de esas dos licencias y los decretos que el martes 18 de octubre firmaron el Presidente, el jefe de Gabinete y el ministro de Comunicación son la ratificación a partir de la cual comienzan a correr los plazos legales para que los canales comiencen a transmitir a mediados del año próximo.El desafío ahora es enorme porque no existen antecedentes del nacimiento de dos canales simultáneamente y, como se dijo, hay que remontarse medio siglo atrás para encontrar el caso de un solo lanzamiento. Porque no es lo mismo TV abierta, que debe incluir programas de todo tipo, hasta ficción nacional, que una señal de cable –aunque cotidianamente se las llame canal– como las alrededor de 200 señales que se distribuyen en el país desde las de noticias como TN o C5N, hasta las de cine como HBO, infantiles como Cartoon Network, de deportes como ESPN, pasando por las temáticas como Gourmet o History Channel.
Para tener una señal de cable no hace falta una licencia, ni una licitación, ni un decreto presidencial, como las dos licencias para canales de televisión abierta que acaba de obtener Perfil. Un ejemplo más cercano que genera confusión porque se trata de un prestigioso colega, como lo es el diario La Nación, es la señal periodística LN+, que se comenzará a difundir en pocos días en DirecTV y en la mitad de los hogares de Cablevisión porque no incluye el abono básico.
Toda licencia de televisión, al igual que Telefe, El Trece, América o Canal 9, tiene asegurado por ley lo que se denomina must carry, o sea, es de obligada difusión para todos los cableoperadores en su abono básico. Además, debe ser ubicada en la grilla junto con las otras licencias de televisión abierta, en este caso junto a Telefe, El Trece, América, Canal 9, como lo dispone el artículo 3 de la Ley 26.522 (la conocida como Ley de Medios) y ratificado por la Resolución 1.394 del Enacom del 15 de abril, tras el DNU 267 firmado por el gobierno de Macri el 29 de diciembre pasado, modificando la llamada Ley de Medios.
El inciso “b” del mencionado artículo 3 dice que los cableoperadores “deberán ordenar su grilla de programación de forma tal que todas las señales correspondientes al mismo género se encuentren ubicadas en forma correlativa”. Y el “d” dice: “Deberán incluir, sin codificar, las emisiones de los servicios de televisión abierta”.
Los aparatos. Desde hace algunos años, todos los televisores que se fabrican ya son digitales y se proyecta para dentro de tres años, cuando se produzca el apagón analógico, que la enorme mayoría de los televisores serán digitales y se podrán sintonizar directamente por aire y sin antena todos los canales digitales abiertos sin necesidad de pagar un abono de cable ni, como es ahora para los televisores antiguos sin conexión a un abono de cable, tener un decodificador de TDA (durante el kirchnerismo se instalaron un millón de decodificadores).
Se pronostica que en el futuro cada vez menos gente pagará abonos de cable y que, al revés, más gente pagará por abonos de paquetes vía internet, como Netflix. Por eso, los canales de aire han vuelto a ser atractivos y las mayores multinacionales de señales de televisión por cable, como Turner y Viacom, están compitiendo por ver quién oferta más para quedarse con Telefe.
El combo canales abiertos por aire con paquetes de contenido por internet, como Netflix, parece ser el formato de la televisión del futuro.