Un grupo de cinco artistas del graffiti callejero en Londres han ido presos, uno por dos años, acusados de daño intencional contra el dominio público e invasión de la propiedad privada. El juez dijo que la pintura contra lo privado se hizo sin autorización de los dueños, y el costo de limpieza fue de un millón de libras esterlinas (2 millones de dólares), que salen de los impuestos.
Se reabrió el debate: el graffiti ¿es arte o vandalismo? Mientras duraban las sesiones en el juzgado, la galería Tate Modern, a orillas del Támesis, montaba una exposición de graffiti en sus muros exteriores. La defensa en el juicio arguyó que el público caminaba unas pocas cuadras hasta la gran galería para mirar cómo trabajaban los artistas.
Interesante sería trasladar el debate a Buenos Aires, donde el graffiti ocurrente muchas veces compite con los murales autorizados, y otras tantas veces los arruina.
A poco del juicio en el juzgado de Southwark, la galería Anonymous Project, de Soho, en Nueva York, anunciaba para septiembre una exposición de las obras del grupo DPM, sancionado en Londres.
Lo que el juicio enfatizó fue la controversia internacional sobre las pintadas: ¿son plaga o decoración? Ante el juez se argumentó que en países como Brasil hay mayor tolerancia, en partes de Australia el graffiti es condenable como en Londres, pero en Melbourne los fleteros y dueños de combis compiten por lograr la mayor decoración. En Toronto, Canadá, la policía recurrió a los artistas del graffiti en la búsqueda de un asesino. En otro lugar de Canadá, a un artista de 28 años capturado en una redada contra el graffiti se le prohibió entrar solo al centro de la ciudad.
Es difícil separar la defensa del graffiti como arte y el repudio de muchos ciudadanos. La defensa de uno de los sentenciados en Londres, Ziggy de 25 años, arguyó que su defendido no era violento, ni terrorista, no cargaba armas ni drogas, sólo había pintado una pared.
El tema importa a los argentinos. Cuando las paredes aquí estaban limpias, cuando los muros callaron, era porque los agentes de la dictadura detenían o mataban a los que hacían pintadas. Es mejor el graffiti.
*Ombudsman de PERFIL.