Los lectores de PERFIL habrán recibido con cierta sorpresa el diario sabatino, en el que –salvo muy contadas excepciones- fueron eliminadas las firmas, incluyendo la fórmula R.P. (Redacción Perfil) que ha sido empleada con frecuencia ante la negativa de redactores y editores a poner sus nombres por motivos diversos.
Para aclarar la situación a quienes tienen el derecho de saber por qué la ausencia de las firmas y evidentes fallas en la corrección de las notas, este ombudsman informa que existe una situación de conflicto entre la empresa editorial y su personal, derivada de las irregularidades en el pago de retribuciones, concretamente del medio aguinaldo que debió ser recibido por los trabajadores la pasada semana.
La acción directa del personal fue originada tras un comunicado de la empresa, en el que se anunciaba que el aguinaldo sería abonado en tres pagos: las últimas semanas de julio, de agosto y de septiembre, con la actualización por costo de vida. Este informe fue publicado un día después de otro en el que se señalaba: “Ayer nos reunimos con los jefes principales de esta editorial para anticiparles que a la fecha no contamos con el dinero necesario para pagar los aguinaldos el próximo 6 de julio”. La empresa concluía: “Sabemos que esta no es una buena noticia, pero es producto de una situación financiera que fue en extremo complicada en 2016 y que estamos tratando de superar definitivamente en los próximos meses con el esfuerzo y la comprensión demostrada por todos ustedes.”
La respuesta del personal surgió de una asamblea, que decidió “declarar un cese de tareas hasta el horario de cierre del diario frente a la decisión empresaria de pagar el medio aguinaldo en cuotas”. El comunicado de la comisión interna señala que “la actitud patronal sorprende, ya que Perfil se encuentra hoy en expansión y desarrollo con dos nuevos canales de televisión abierta, dos radios y la aparición de Perfil Córdoba como un paso al lanzamiento de otros medios provinciales”.
El retiro de firmas forma parte de la modalidad de protesta que se aplica en el diario y en el resto de medios de la editorial ante situaciones conflictivas similares.
Este ombudsman cree conveniente alertar a los lectores de PERFIL acerca de hechos similares que se están dando en buena parte de los medios periodísticos argentinos, desde los más poderosos económicamente (que han abierto registros de retiros voluntarios) hasta los más pequeños. Por poner algunos ejemplos:
◆En Ambito Financiero, según denunció su comisión interna, no se han pagado sueldos ni aguinaldo;
◆En Del Plata y C5N los pagos son irregulares o inexistentes;
◆En Crónica ha habido al menos cinco despidos en días recientes, y amenazan con más.
◆En Página/12 se dispuso un paro y quite de firmas por “el cobro incompleto del salario de mayo y el pago en cuotas del aguinaldo y del sueldo de junio”, a lo que se agrega –dice un comunicado de la comisión interna– “la situación crítica de la sección Fotografía, que ante el no pago de taxis –indispensables para ese trabajo– se encuentra virtualmente paralizada desde hace 48 horas, en un hecho inédito en la historia de esta publicación”.
Por cierto, la situación económica por la que asegura estar pasando gran parte de las empresas periodísticas no es algo nuevo. Este ombudsman se ha ocupado ya de situaciones objetivas que se vienen dando en muchos medios de nuestro país y de casi todo el mundo, afectados en particular por los dramáticos cambios que vienen sucediendo en el mercado de venta de periódicos y en la compra de espacios publicitarios. Se están modificando las pautas de comportamiento de los consumidores (lectores, televidentes, usuarios de radios y de portales web de noticias) y de las compañías, agencias publicitarias, instituciones y gobiernos que están redirigiendo sus pautas de manera aún no definida. El proceso de integración entre las diversas plataformas (papel, sitos en internet), de sus redacciones y lenguajes, encuentra al campo periodístico en plena transformación, y eso ha hecho que buena parte del sustento económico de los medios se haya ido deteriorando de manera cada vez más acelerada.
Por cierto, esto no alcanza para justificar que el ajuste deba pasar por el no cumplimiento de lo que la ley establece en materia de salarios. Que esté sucediendo en empresas del más variado origen es un toque de atención severo para que quienes planifican sus economías internas lo hagan sin afectar los salarios de sus trabajadores.
Los lectores de PERFIL tienen ahora elementos para entender qué pasa con su medio.