El ex presidente Eduardo Duhalde afirmó esta semana que “no se siente cerca del titular del PJ, Néstor Kirchner, ni del jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri”, reafirmando así su perfil opositor frontal, pero poniendo en suspenso los posibles acuerdos entre el espacio del PRO y la facción de peronismo disidente que pilotee para las elecciones presidenciales de 2011.
Caída hasta el momento la posibilidad de la candidatura presidencial de Carlos Alberto Reutemann, paulatinamente va delineándose la estrategia del peronismo anti kirchnerista para 2011, pensada para dividir el flujo de votos peronistas en varias direcciones y limitar así lo más posible el despliegue nacional del Frente Para la Victoria y erosionar sus chances de obtener un muy factible triunfo en primera vuelta, como ya lo señalamos desde estas mismas columnas.
En efecto, además de no concurrir a internas dentro del PJ que preside Néstor Kirchner, en el peronismo no oficial parecieran abrirse hoy dos alternativas nacionales diferenciadas.
Una encabezada por Mauricio Macri donde probablemente se encolumne el PRO-peronismo, incluyendo a Francisco de Narváez como candidato a gobernador bonaerense, que con los triunfos de Capital y Buenos Aires ya obtuviera en junio de 2009 un total de 18 puntos nacionales de votos
La segunda opción peronista llevará como candidato a presidente a Eduardo Duhalde ofertándolo como un excelso piloto de tormentas: si fue capaz de sacarnos de la gran crisis de 2001 que (ay!) el neoliberalismo “anti productivista” que encarna Mauricio “causó”, y Kirchner con su inoperancia “profundizó”, de qué no será capaz en la Pujante Argentina que viene!
Por ambos caminos la estrategia de yugular votos al FPV evitando su muy probable acceso al 40%+1 de los votos en primera vuelta parece ser el objetivo central o único de muchos dirigentes justicialistas y las corporaciones –fundamentalmente mediáticas- que articulan y dan visibilidad a estos espacios con un despliegue que, muchas veces, no guarda proporción alguna con su verdadera magnitud electoral.
Veremos si hay novedades que alteren este escenario emergente de al menos tres peronismos en la grilla 2011 -Felipe Solá puede también apuntarse a este festival justicialista- , dos colectoras disidentes, pensadas para angostar las chances al oficialista FPV
Completando el cuadro electoral, un pan radicalismo con posibilidades aumentadas de meterse en el ballotage, liberado ya de la figura de Cleto Cobos –que según el ritmo de erosión de popularidad que está alcanzando, para fines del año 2011 medirá apenas un poquito menos que Raúl Castells- encabezado por Ricardo Alfonsín , coaligado claro está con el Socialismo y la Coalición Cívica si es que logran sintetizar posiciones internas divergentes, en particular respecto al nivel y extensión de retenciones de exportación a trigo soja y maíz.
Este desencuentro provocó el abandono de Carrió de la última reunión de bloques opositores entre el GEN, el Socialismo, el PRO y la UCR. Con el aval implícito de un sector del radicalismo (Cobos y Sanz), Carrió busca eliminar retenciones a maíz y trigo y bajar del 35 al 25% las de soja. Lisandro Viale expositor en la reunión por el socialismo dijo que había que sostener un piso sin retenciones para cada producción: 1000 toneladas para el trigo y la soja; 2400 para el maíz, 1800 para el sorgo y 700 para el girasol. Y a partir de allí, segmentar las alícuotas a medida que aumenta las toneladas exportadas para cada uno de los productos.
Viale también cuantificó el agujero fiscal que produciría sólo la rebaja del 35 al 25 por ciento en las retenciones a la soja: “Más de 8000 millones de pesos, de los cuales unos 6000 embolsarían el ocho por ciento de los productores que concentran el 75 por ciento de la producción sojera”. Lo que significaría una transferencia de fondos del Estado hacia los grandes grupos concentrados de la producción agrícola. Carrió interpretó la resistencia socialista a su posición pro corporaciones como abandono de las promesas electorales del Acuerdo Cívico y Social. Los socialistas, en cambio, dicen que siempre tuvieron la misma postura, “incluso en la pelea por la 125”.
La situación es tensa en este espacio, pero es probable que la fuerza que lidera Elisa Carrió acuerde integrar el frente ya que encontrará en este gran armado pan radical un excelente refugio para ponerle sordina a su estridente caída en intención de voto nacional observada en el último año y que no parece detenerse.
*Director de Consultora Equis; asesora al Gobierno.