Estoy en mi oficina, en la productora, mirando atentamente un globo terráqueo. Doy vueltas, miro algunos países, trato de ver distancias, tamaños: observo el mundo. En eso estoy cuando entra Carla, mi asesora de contenidos.
—¿Qué hacés Carlitos Chaplín? –pregunta.
—Observo el mundo –respondo sin hacer caso a la agresión.
—¿Te vas de vacaciones?
Me quedo en silencio sin hacerle caso a Carla, que quiere hacerme enojar con sus burlas.
—¿No te parece mejor buscar en internet alguna playa donde descansar en verano? –insiste Carla.
—No me voy de vacaciones –respondo finalmente–. Estoy estudiando el mundo. Quiero abrir un poco la mente. Siento que ver el país sin mirar al mundo es de una mirada muy corta.
—¿Y vos decís que mirando un globo vas a entender lo que pasa en el mundo? Me da muy revolución de la alegría lo tuyo…
—Me doy cuenta que existe una terrible desigualdad en el mundo. Y que es por eso que hay tanta violencia, tanta guerra, tanto odio, tantos crímenes…
—Che, pará que tomo nota –me interrumpe Carla–. Estás diciendo cosas reveladoras, el mundo debería escucharte.
—Vos reíte, pero ya sé lo que voy a hacer: me voy a dedicar a denunciar tanta injusticia.
—¿O sea que estás en contra de la guerra, de la violencia, del racismo, de los crímenes?
—¡Por supuesto!
—¿No te parece que te la estás jugando mucho? –pregunta Carla.
—Ya te dije que no voy a hacer caso a tus burlas –respondo, enérgico.
—Lo digo en serio –dice Carla con un tono solemne, como si realmente hablara en serio–. Me parece que antes deberías evaluar mejor las cosas.
—¿Inclusive para repudiar la guerra, el odio y el racismo?
—Vos no sabés lo que quiere la gente. Siempre es mejor consultar antes.
—¿Consultar qué? –pregunto, intrigado.
—Qué es lo que quiere la gente.
—¿Qué debería hacer?
—Un focus group –responde Carla–. Como el que hizo el Gobierno sobre la desaparición de Santiago Maldonado.
—No entiendo, ¿para qué un focus group?
—¿Y vos pretendés ser un columnista político? –pregunta Carla–. ¡Vos no entendés nada! Hoy la política se rige por los focus groups.
—¿Sólo por eso?
—Bueno, también están las encuestas –admite Carla.
—¿Y si alguien quiere cambiar algo? –pregunto.
—Que arme un focus group y gane las elecciones.
—¿Vos decís que todas las medidas se deciden en un focus group?
—¡Obviamente! Mirá lo que hizo el Gobierno con la de-saparición de Santiago Maldonado. Al principio trató de presentar a los gendarmes casi como santos. Ahora, hasta el ministro de Justicia, Germán Garavano, salió a acusar a los gendarmes de tirapiedras. Sólo le faltó hablar de una intifada de Gendarmería.
—Pero eso es un palito para Patricia Bullrich, ¿no?
—¿Un palito? ¡Un mazazo! Tan duro que merece haber sido dado por Gendarmería. ¿Y todo gracias a qué?
—No tengo idea –confieso–. ¿A qué?
—¡A un focus group! –responde Carla–. Un focus group que le indicó al Gobierno que a la gente un poco le importaba la desaparición de una persona en democracia. Y que en un año electoral era mejor dar un cambio de rumbo.
—¿Y el Gobierno es el único que hace focus groups?
—¿Vos estás loco? ¡Todos hacen focus groups! ¡Hasta Myriam Bregman hace focus groups! Bah, en ese caso creo que es un troskous group.
—O sea que la decisión de Cristina de reunirse con Daniel Hadad para darle una entrevista exclusiva a Infobae es…
—…producto de un focus group –interrumpe Carla.
—Y la elección de Luis Novaresio para la nota…
—Focus group.
—¿Qué te pareció la entrevista?
—Muy buena. ¿Por?
—No sé, hay gente que lo criticó a Novaresio porque cree que debería haber sido más incisivo.
—¡Es ridículo! –exclama Carla–. Novaresio preguntó todo lo que quiso preguntar. Lo hizo sin perder la compostura, por supuesto. Lo que pasa que hay gente que odia a Cristina que cree que en vez de entrevistarla, Novaresio debió haberla fusilado. Es ridículo.
—La grieta, ¿no?
—Por supuesto –responde Carla–. ¿Y sabés por qué existe la grieta?
—No, ¿por qué? –pregunto–.
—¡Porque la piden en los focus groups!
—No me parece bien eso de dar tanta importancia a los focus groups. ¿Dónde quedan las convicciones, entonces?
—¿De verdad me lo preguntás? No puedo creer, no entendiste nada. ¡En lo que dicen los focus groups, obvio!
—¿Y fue basándose en un focus group que Massa y Randazzo decidieron cortarle el rostro a Cristina cuando pidió la unidad del peronismo?
—A esta altura te diría que se trata de un foquito groupito. Pero de alta capacidad de daño para Cristina.
—¿Y la decisión del rabino Bergman de vestirse de planta? –pregunto–. ¿Eso también surgió en un focus group?
—Mmm… casi. Eso en realidad surgió en un potus group.
—Sí, mucho focus group, mucho focus group, pero aparece una información sobre la muerte de Nisman y se terminan todos los focus groups –digo.
—Por supuesto, son cosas bien distintas –admite Carla–. Una cosa son las tendencias de opinión, ver lo que la gente quiere. Y otra muy distinta son las operaciones de prensa, los carpetazos de los servicios y los aprietes a la Justicia. No confundamos.
—Es un poco fuerte lo que decís, Carla…
—¿Un poco fuerte? ¡Dejate de joder! ¡Un poco fuerte es que aparezca muerto un fiscal en una situación rarísima! ¡Un poco fuertes son las operaciones que hacía ese fiscal! ¡Un poco fuerte es que se filtre una información sobre esa muerte, sin mayores precisiones! ¡Un poco fuerte es que desaparezca un pibe! ¡Un poco fuerte es que los gendarmes tiren piedras y anden con pistolas 9 milímetros!
—¿Y vos decís que hay que protestar por todo?
—No, para nada –dice Carla, con tono burlón0. ¿No estamos en plena vigencia de la grieta? Entonces, hay que elegir de qué lado de la grieta estás: si de los que quieren saber cómo murió Nisman o de los que quieren saber dónde está Santiago Maldonado.
—A mí me gustaría poder aclarar las dos cosas –admito.
—¡Siempre el mismo tibio! –se queja Carla–. Acá estamos en plena vigencia de la grieta, así que tenés que elegir.
—No sé, es difícil...
—¿Difícil? ¡Para nada, es facilísimo!
—¿Facilísimo? –pregunto, indignado–. ¿Vos decís que es facilísimo tener que elegir cuando tenés dos casos de impunidad y tenés que reclamar Justicia?
—Sí, por supuesto. Es facilísimo.
—¿Y cómo se elige en estos casos? –pregunto.
—Muy sencillo –concluye Carla–. ¡Hagamos un focus group!