Con el diario vivir tan convulsionado, nos olvidamos esta gran pregunta que una amiga que habla solo inglés me hizo el otro día “What is your big why”?
Fue una pregunta que abrió una gran puerta, muchos recuerdos y momentos vanos, grandes esfuerzos, triunfos y también penas. Pero, esa es la vida cuando nos dejamos llevar por ruidos, carnavales, circos y entretenimientos.
¿Cuántos de nosotros no nos detenemos a realizar esa pregunta? y seguimos en un ritmo marcado por los demás. ¿A qué clase de circo nos han incorporado? ¿Y por qué lo permitimos?
Una pregunta tan importante como esta tendríamos que hacerla cada mañana cuando nos levantamos. Así sabríamos en que dedicar nuestras horas, nuestro esfuerzo y diversión.
Mi amiga es maestra de yoga en la India, ha llegado a despojarse de casi todas sus pertenencias siguiendo su ideal de vida. Ha creado su paraíso y no lo cambia por nada. Vive rodeada de naturaleza y aire puro, solo usa la computadora y el celular una vez por semana. Vive económicamente muy bien gracias a sus clases con alumnos internacionales a quienes elige según las fechas de nacimiento.
Por supuesto que luego de esa pregunta veo lo que me hace ruido en el cerebro y es el circo político, por ejemplo. Cada programa de TV, prensa escrita o redes sociales está politizada.
No hay en estos momentos alboroto más grande que la política. Los videos de antaño muestran cómo cambian los principios de algunos con el tiempo. Parecería que estos valores van cotizando bien en estos climas pre electorales, y los políticos están abiertos a escuchar ofertas para cambiar de principios. Es realmente asombroso que un día uno critique a otro y con el tiempo apoye a quien era su contrario. También quien promete realizar una acción futura y a la semana lo desmiente en los medios. “Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros” según una leyenda atribuye a Groucho Marx esta frase.
Es difícil encontrar hoy un discurso político que no sea demagógico, vacío o tramposo.
Se necesita desesperadamente escuchar palabras que se hagan efectivas, un discurso centrado y pensado en la población, que éste sea racional.
La gobernanza política parece no cumplir las expectativas porque quienes lo integran son ineficientes, no tienen la intención de servir realmente al ciudadano, no hay una de democracia real y competente.
Vivimos en el descreimiento de las figuras políticas. Pero, debemos agregar la situación económica, decadencia de las Instituciones, pobreza creciente, cantidad de familias viviendo en las calles, pandemia y sus consecuencias y ¿por qué no la Inteligencia Artificial?
La Inteligencia Artificial ha llegado para solucionarnos la vida, al menos eso hemos creído, pero se han perdido miles y miles de puestos de trabajo en el mundo y en vez de solucionar problemas lo complican. Sistemas que se caen, atención telefónica deficiente. Para renovar mi licencia de conducir pasé 4 meses, pues la enviaron a otra destinataria, después la perdieron, los trámites se hicieron mal. Horas de espera de atención telefónica y las opciones que te ofrecen no se adaptan a los requerimientos. Podría seguir con todos los episodios de las crisis que vivimos.
Pero prefiero volver a la pregunta: ¿Cuál es tu gran por qué?
Mi respuesta fue: La felicidad. Y supongo que debe de ser la respuesta de muchos, la felicidad de mis familiares, amigos, conocidos y por conocer. Pero cuando hablo de la felicidad, encuentro que muchos creen y están convencidos de que ésta dura solo unos segundos y ¿el resto de nuestra vida que es entonces? Pero esa no es la única respuesta, algunos me han dicho que la felicidad es que Argentina o Uruguay gane en el mundial de Qatar, otros ganar el Loto, o ser millonarios o no tener que trabajar o casarse con quien aman.
Encontrar el gran porqué de nuestra vida, de nuestra existencia es mucho más que eso, es tener nosotros en nuestras manos el origen de nuestra felicidad, no esperar por los logros de otros para ser felices, ni de un sorteo, ni de un partido de futbol, ni de políticos, ni de nadie más que de nosotros. Disfrutar de un trabajo, de una caminata, de respirar libremente. De ser felices realmente siempre.
*Escritora uruguaya.