COLUMNISTAS
UN PAIS EN SERIO

La bicicleta política

Mientras la gente está meta pedalear, De Vido se queda con los fueros y Clarín con más negocios. La aldea y el G20.

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. | Cedoc Perfil
Vengo pedaleando por la bicisenda. Llego a la esquina y hay tres personas esperando cruzar la calle, que me cortan el paso y no miran hacia donde yo estoy. Les toco bocina insistentemente.
Las tres personas tienen puestos auriculares y no me escuchan. Les grito: “¡Pasooooo!”, pero tampoco me escuchan. Evalúo la posibilidad de atropellarlos para que tengan su merecido, pero me parece demasiado cruel. Y lo que es peor: tal vez si intento eso termino en el suelo yo también.
Paro la bicicleta y cuando estoy al lado de las personas les digo: “Tienen que mirar antes de cruzar”. Los tres me miran un segundo sin entender de qué les hablo y cruzan la calle como si jamás les hubiera dicho nada. No sé si me escucharon o no: lo que sí sé es que no les importó ni un poco lo que les dije.
Llego a la productora con mucha bronca. Me saco la el casco, la campera, los guantes, los dejo en el escritorio y me siento en un sillón. Un instante después entra Carla, mi asesora de imagen.
-¡Chabones de mierda! –dice, sin saludar.
-¿Qué te pasó? –pregunto.
-Los tipos en la calle están cada vez más desubicados. ¿Qué carajo les pasa? ¿Nadie se enteró del Ni Una Menos?
-¿Te hicieron algo? –pregunto, alarmado.
-Venían tres chabones y cuando paso me miran mal. Y uno me dice: “Mamita, te doy hasta que Ceballos sea diputado”.
-¿Hasta que sea diputado quién?
-No sé, pero re desubicados los chabones.
-¿Les contestaste? –pregunto.
-Obvio. Les dije: “Se hacen los vivos porque están en banda y tienen fueros como De Vido. Pero vengan de a uno y van a ver que terminan como la Tota Santillán, manga de nabos”.
-¿Y ellos qué dijeron?
-Se fueron, ¿qué van a decir?
-Bueno, entonces fue una boludez –digo-. Mucho más grave es lo que me pasó a mí.
Le cuento a Carla lo mal que se mueve la gente en la bicisenda y cómo nadie respeta nada.
-¿Ves? –dice Carla-. ¡Por eso hace falta una Dirección de Movilidad en Bicicleta! El gobierno porteño está en todas.
-¿Vos decís? –dudo-. A mí me parece que es un cargo que no tiene mucho sentido.
-¡Por favor! ¡No seas escéptico! Eso es como dudar de la importancia que tuvo la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, que tuvo a su cargo Ricardo Forster.
-¿Vos decís que el tránsito en bicicleta va a tener un cambio tan rotundo como el que tuvo el pensamiento nacional?
-¡Por supuesto!
-Para mí es inexplicable –digo-. Si la incentivación del uso de bicicletas, las bicisendas y las paradas de bicis gratuitas son cosas que están muy bien, ¿por qué pegarse un tiro en el pie bastardeando algo que está bien?
-Quién sabe –responde Carla-. Creo que es la vocación de la política argentina de crear Schoklenders. Y pasar así de los sueños hechos realidad a los Sueños Compartidos.
-Yo tengo miedo con lo que pueda pasar con la Dirección de Movilidad en Bicicleta –insisto-. Lo de crear cargos innecesarios con sueldos altos es lo de menos. La función pública está llena de ñoquis. Pero imaginate si a partir de ahora hay que patentar la bicicleta. Y empezar a pagar la patente, el seguro...
-De ninguna menera –me tranquiliza Carla-. Bueno, al menos no hasta octubre. Después no te garantizo nada porque todo se puede disparar: bicicleta, precios, dólar…
-¿O sea que después de octubre se va disparar todo? –pregunto.
-Marquitos Peña dijo que no…
-Me suena que lo de Peña es un chamuyo más grande que la cocina de Tombolini –opino.
-Yo no sería tan drástica. Digamos que después de octubre van a cambiar algunas cosas. Y que con esos cambios a alguna gente le va a ir mal y a otras bien.
-¿Y a quién le va a ir mal?
-A vos, a mí, a la mayoría…
-¿Y bien?
-Al grupo Clarín. Seguro van a ser dueños de algo más después de octubre. Si es que les queda algo más de lo que adueñarse. Aunque siempre está la posibilidad de inventar el cuádruple, el quíntuple, el séxtuple play…
-¿Séxtuple play? –pregunto-. ¿Y eso qué sería?
-Más ganancias, supongo –responde Carla.
-Con tanta concentración mediática ya no hace falta tener el aparato para ganar una elección.
-Eso está claro –admite Carla-. Mirá Fernando Espinoza: durante años creíamos que el tipo manejaba el aparato. ¡Y el aparato terminó siendo insignificante! ¡Lo que llamábamos aparato no era más que un maní!
-Me parece una bajeza que te hagas eco de esa operación de los servicios –digo.
-Coincido –admite Carla-. Un peronista de La Matanza puede permirse ir con una puta a un telo. Pero ese tamaño…
-¡Basta con eso! ¡Me parece asqueroso discutir en esos términos! Estamos en campaña, hay que discutir política…
Carla lanza una carcajada. Se queda riendo un buen rato.
-Estuvo bueno ese chiste –dice, finalmente-. “En la campaña hay que discutir política”, ja, ja, ja…
Y otra vez se queda riendo otro buen rato.
-Yo creo que sí hay medidas políticas. Por ejemplo, Massa y Stolbitzer renunciaron a sus fueros.
-Una medida que sacude el mapa político, sin dudas –chicanea Carla y vuelve a reírse-. Ahora sólo falta que salga De Vido y diga que si no quieren esos fueros se los pueden dar a él. Que él no tendría problema en tener doble o triple fueros. Es más, que no tendría problema en ir por el Congreso, despacho por despacho, a buscar los fueros de los diputados que no los quieran.
-¿Cómo un cartonero de los fueros? –pregunto.
-Ponele.
-Mientras tanto, Macri está dejando bien alto el nombre de Argentina en el Mundo, en la cumbre del G20.
-Salvo por el detalle de que Theresa May le canceló la cita –dice Carla.
-Pero el resto todo bien, ¿no?
-Por supuesto –responde Carla-. Seguro que ahora sí se viene la lluvia de inversiones.
-¿Vos decís? –pregunto-. Mirá que hubo protestas en Hamburgo.
-No las llamemos protesta: digamos que lo que hubo fue caos vehicular.
-¿Cómo que “caos vehicular”? –me quejo- ¿No viste las imágenes? Hubo manifestaciones que fueron reprimidas con carros hidrantes y gases.
-¿Te das cuenta? ¡Esas cosas en los países serios no pasan!
-¿Países serios como cuáles? –pregunto.
-Como el nuestro. En los países serios, cuando hay una cumbre internacional, no se habla de los desplantes de mandatarios extranjeros, sino que se habla del look del presidente y de la primera dama.
-Yo creo que hace falta un debate más profundo de ideas –sugiero.
-Somos un país serio. Y si es necesario un debate profundo de ideas, lo damos. Como Amalia Granata en la mesa de Mirtha Legrand.
-¿No es un poco superficial todo eso?
-¡Para nada! –concluye Carla-. No es superficial. ¡Es política!