COLUMNISTAS
INFLUENCIA DE La comunicacion

La calidad de la vida política

La política es un ámbito de la vida social que integra distintos componentes: comunicación, encuestas, organización, políticas públicas, gestión de gobierno.

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La política es un ámbito de la vida social que integra distintos componentes: comunicación, encuestas, organización, políticas públicas, gestión de gobierno. El balance entre esos ingredientes es históricamente cambiante. La organización, las políticas públicas y la gestión de gobierno siempre existieron; sin embargo, hoy la organización ha perdido peso y las políticas públicas son más sensibles a la opinión pública que en el pasado. La comunicación es hoy mucho más central que antes. Las encuestas son un ingrediente esencial para la comunicación, pero hace medio siglo casi no existían.

Todos esos elementos mantienen, unos con respecto a los otros, una autonomía grande –creo que en la política en mayor medida que en otros ámbitos, como el comercial–; cada uno se mueve con su propia lógica, requiere sus propias herramientas y técnicas e impacta en forma independiente sobre la opinión pública. Pero interactúan irremediablemente. Además, la calidad con la que se los trata y la manera en que se interrelacionan, influyen en la calidad de la vida de una sociedad.

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Es posible arriesgar esta conjetura: una buena integración entre todos esos elementos asegura el éxito político. Por ejemplo, si las encuestas se utilizan con sentido estratégico, sirven para alimentar la comunicación y para tomar decisiones de política pública políticamente convenientes. Así, el Gobierno argentino podía haberse ahorrado llevar adelante su proyecto de la Resolución 125 como lo hizo, precipitando el desmoronamiento de su tasa de aprobación; el gobierno de De la Rúa podría haber manejado de otra manera el impuestazo, que marcó el inicio de su declinación. Las encuestas les anticipaban lo que sucedería, pero no las leyeron.

Si la comunicación está subordinada a objetivos estratégicos y se la testea adecuadamente para disminuir la posibilidad de errores, realimenta a los otros componentes. ¿Testeó la Presidenta el efecto que podría tener su inesperado arranque de humor sexual en un momento tan crítico como el presente? ¿Hay algún propósito en servir en bandeja a comentaristas perspicaces, ácidos e influyentes como Beatriz Sarlo, la oportunidad de un diagnóstico tan demoledor como el que publicó en un medio de prensa estos días?

Otro ejemplo: la organización partidaria cumple funciones comunicacionales, no es solamente un canal para que los dirigentes se aseguren un buen lugar en la nave del poder. ¿Entienden los dirigentes políticos cuál es el valor de una organización partidaria para realimentar sus vínculos con la ciudadanía y para potenciar su capacidad de comunicación en las bases territoriales? ¿Entienden qué espera la gente común de los dirigentes locales y del estilo con que hacen política cada día?

Ese conjunto de componentes que configuran la actividad política en cada momento guarda una estrecha relación con otro aspecto de la vida social sin el cual hoy parece que todos pierden su identidad y hasta el sentido de su propia existencia: los medios de prensa. La influencia de la prensa, la manera en que interactúa con los otros componentes, su impacto, son tema de controversia permanente. Algunos le atribuyen una influencia enorme; otros, aun sin desconocer una influencia significativa, pensamos que no es para tanto. Con frecuencia los políticos atribuyen a los medios de prensa la responsabilidad por todas sus falencias en los componentes de la vida política: la mala comunicación no es de ellos sino un efecto de los medios; las encuestas sólo sirven para que los medios de prensa las difundan si son “favorables”, y la publicación de encuestas “desfavorables” los daña irreparablemente; las políticas públicas valen en la medida en que son bien tratadas por los medios, no en la medida en que alcanzan los objetivos buscados; la calidad de la gestión pasaría desapercibida si la prensa no la hiciera notar al público. Por lo tanto, el desempeño de un candidato en una campaña, la valoración pública de la gestión de gobierno, son considerados un producto de lo que la prensa decide hacer con ellos. La organización partidaria simplemente ha sido sustituida por la actuación mediática de los dirigentes.

Esos son enfoques fatales. Llevan a errores irreparables. Desnaturalizan lo que la actividad política puede ofrecer a una sociedad. Alejan al público de la esfera política. Deterioran la calidad de vida de la comunidad. No entender la función de la comunicación, de las encuestas, de la organización, improvisar las políticas públicas, desmerecer la importancia de la calidad de gestión: muchos de nuestros problemas se explican por esas falencias.


*Rector de la Universidad Torcuato Di Tella.