Decíamos en PERFIL el 5 de abril pasado que “superado el fuerte impacto que sobre la opinión pública produjo la muerte de Raúl Alfonsín, continuará el operativo voto útil en favor del PRO-peronismo, que ha comenzado a instalarse en la mayoría de los grandes medios de difusión, constituidos hoy, junto con el sector agropecuario representado en la Mesa de Enlace, en el polo más dinámico del arco opositor. La estrategia de voto útil hacia la alianza populista de centroderecha parece ser la estrategia de campaña decidida para dañar con mayor profundidad al oficialismo, en particular en la provincia de Buenos Aires”.
Pues bien, el despliegue de esta estrategia opositora ya encontró su cenit esta semana pasada con la publicación en la edición de mayor tirada y con profuso despliegue en interior y tapa de un importante matutino opositor, de encuestas que ya anticipan un virtual empate técnico entre ambos peronismos, relegando a un muy lejano tercer lugar a la lista del Acuerdo Cívico.
A tal punto llega la estrategia polarizadora que la lista encabezada por Stolbizer-Alfonsín araña apenas 10 puntos en el Conurbano y, lo que es peor, termina tercera, por debajo de la opción oficialista, en el interior bonaerense, donde, se sabe, el conflicto agropecuario limó fuertemente el consenso para con los candidatos oficialistas y, además, gestionan decenas de intendentes de filiación radical.
Asimismo, la ausencia de Margarita Stolbizer en programas humorísticos de gran rating y el centimil periodístico desproporcionado comentando la marcha de ambos peronismos y sus internas permanentes, invisibilizando al Acuerdo Cívico, potencia de manera notable la tendencia polarizadora.
Se llega al extremo de que editorialitas tradicionalmente asociados a la derecha conservadora, de manera explícita o implícita, invitan incluso a votar a uno de los polos de la opción peronista bonaerense, para provocar así el deseado efecto de “voto útil”, al tiempo que manos no negras sino más bien coloradas censuran los informes sobre las maniobras de polarización denunciadas por los informes del programa 6, 7 y 8 de Canal 7, bajando los videos de YouTube.
A esto se suma la acción del propio Gobierno nacional que, al ubicar en el centro de sus críticas al candidato De Narváez, sobre el que además sobrevuela el tema del tráfico de efedrina, contribuye a completar el cuadro de forzar la polarización para provocar el efecto voto útil a uno de los polos del dispositivo PJ .
Pero más allá de estas maniobras a veces burdas, el panorama provincial resulta bien complejo de analizar con una dinámica diferencial importante según se observe lo que ocurre en el interior o el Conurbano.
En la región del Conurbano, cuyo peso relativo es del 62% sobre el total, se observa un atropamiento cercano al 70% de los votos en torno al dispositivo justicialista 1 y 2, en tanto en el interior provincial el dispositivo peronista toma el 55% de los votos .
En esta región, la performance del Acuerdo Cívico y Social mejora mucho, traccionada adicionalmente por la trama de intendentes radicales, y permite esperar un fuerte desarrollo electoral del Acuerdo que duplique en promedio los porcentajes obtenidos en el Conurbano, con chances incluso de encabezar las preferencias de los electores del interior provincial.
Así las cosas, y más allá del pronóstico provincial bonaerense todavía prematuro, las perspectivas electorales a nivel nacional siguen firmes en torno al 35% de los votos para el oficialismo, el 25% para el Acuerdo y el 15% para el PRO, con un resto de 25% distribuido entre un conglomerado de fuerzas, entre las que se inscribe el Peronismo Federal con la figura de Carlos Reutemann como referencia más visible.
Si esta distribución de votos se sostuviera, el mapa parlamentario cambiará en diciembre de 2009 en la dirección que indica el cuadro que acompaña esta columna, por lo que se estructurará en ambas cámaras una distribución de bancas donde el oficialismo conservara su condición de primera minoría en ambas, pero ya sin mayoría ni quórum propio.
*Director Consultora Equis.