De vez en cuando, como ahora, me dan ganas de leer libros que no existen aún o que no se consiguen todavía. La lectura es así, un deseo histérico por lo imposible. Del primero de esos libros me enteré de su futura existencia por la solapa trasera de Sumisión, de Oscar Taborda, libro sobre el que versaremos en alguna cercana oportunidad, publicado en febrero de 2020 en la editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos. En esa solapa, bajo la rúbrica “Próximos títulos”, aparece Desplazamientos necesarios. Lecturas de literatura argentina, de Nora Catelli. No sé qué contenidos tendrá, pero lo espero con gran entusiasmo. El espacio autobiográfico es uno de los grandes libros de referencia sobre el tema y sus habituales reseñas –en especial en Babelia– son de lo mejor que se escribe en castellano. La última que leí –sobre La mujer desnuda, de Armonía Somers– presenta a cierta tradición uruguaya –la que va de Lautréamont, pasando por Supervielle, llegando a Levrero (ella no lo nombra, lo agrego yo)– como lo que es: una tradición rara, excéntrica, inclasificable.
Por el TLS, me enteré de la reciente publicación de The Spark that Lit the Revolution. Lenin in London and the Politics that Changed the World (La chispa que encendió la revolución. Lenin en Londres y la política que cambió el mundo) de Robert Henderson (I.B. Tauris, Londres, 2020). Hace cierto tiempo I.B. Tauris, editorial que yo seguía de cerca, dejó de ser independiente y fue comprada por Bloomsbury. En ese momento temí lo peor. No parece ser el caso, el menos por lo que el libro promete. Henderson, ex conservador de las colecciones rusas de la Biblioteca Británica (donde, como es conocido, Marx escribió gran parte de El capital), narra la relación de Lenin con Londres, ciudad que visitó seis veces, y su relación allí con Apollinariya Yakubova, gran revolucionaria rusa, luego borrada de la historia oficial soviética. Siempre me interesó saber más sobre Yakubova, tal vez el libro me permita hacerlo.
En el suplemento de libros de Le Monde, Nicolas Weill –seguramente la firma más interesante de ese suplemento– escribe sobre la traducción al francés de La valeur du hasard (El valor del azar) autobiografía de Agnes Heller (Rivages, París, 2020, traducido del alemán por Guillaume Metayer). Nacida en Hungría a fines de los años 20, su vida y su obra estuvieron atravesadas por una reflexión filosófica-política en torno al totalitarismo, nazi primero, del socialismo real, luego. Judía –con su padre muerto en Auschwitz–, discípula crítica de Lukács, más tarde abandonó el marxismo para acercarse a posiciones más afines al progresismo socialdemócrata europeo al que, sin embargo, siempre observó con una aguda desconfianza. Los últimos años de su vida (murió en 2019) los pasó cuestionando frontalmente el ascenso del nacionalismo neofascista en Hungría, encarnado en el presidente Orban (como nota de color, recordemos que Orban asistió a la asunción de Bolsonaro, donde fue recibido con los brazos abiertos). Historia y vida cotidiana, Anatomía de la izquierda occidental y Dialéctica de las formas son libros a los que he vuelto en más de una oportunidad. Pero poco sé de su vida, más allá de los grandes datos recién citados. La valeur du hasard es una buena oportunidad para colmar esa falta.