Tras una semana casi completa sufriendo –como todos los argentinos– el tratamiento dado por casi todos los medios (oficiales, oficialistas, críticos, opositores) a los criminales actos consumados por turbamultas de variado pelaje, debo celebrar lo afortunado de llegar a los lectores sólo dos veces en la semana. Eso permite mayor tiempo para reflexionar, mejor selección de textos, una más correcta mirada sobre los acontecimientos. Ayer, PERFIL dedicó siete páginas a la información y el análisis de los hechos replicados hasta el hartazgo por diarios, radios, señales de televisión y redes sociales, aparte de cuatro de las seis habituales columnas de la sección Escritores, casi todo el texto del comentarista Alfredo Leuco y un espacio de ácido humor en El absurdaje. Es decir: algo menos que el 20% del cuerpo principal.
Leí con mucha atención cada uno de los espacios dedicados al tema y debo reconocer que se ha actuado con una responsabilidad periodística y social que no vi en la mayoría de los otros medios. Señalar esto, creo, es también defender los intereses de los lectores de este diario, que recibieron claros y certeros mensajes de columnistas y editores: el linchamiento del joven rosarino fue lisa y llanamente un asesinato, no un acto de “justicia por mano propia”, como se dijo; y los sucesos posteriores –golpizas, feroces ataques colectivos que no acabaron de manera fatal–, hechos que ya han ocurrido en el pasado sin ocupar primeras planas.
Quisiera refrescar, para quienes no compraron el diario ayer, algunos tramos de las columnas de opinión publicadas porque son muy reveladoras y dignas de ser tenidas en cuenta:
◆ “Esta situación regresiva muestra los contornos de una posible guerra social destructiva, en donde se juegan las emociones y sentimientos más primarios de la sociedad, alentadas por un determinado contexto penal. Como afirma Roberto Gargarella, la oscilación entre el elitismo penal y el populismo penal, propio del kirchnerismo, no hace más que empeorar las cosas. Sumemos a esto el discurso punitivo de políticos oportunistas que hablan de “ausencia del Estado” desde la comodidad que proporcionan los muros vigilados de los countries u otros espacios elitistas como Puerto Madero. Tamaño cinismo no ayuda a la discusión”. (Maristella Svampa, socióloga, “La caja de Pandora de los linchamientos”).
◆ “Si la existencia de linchamientos espontáneos funciona como alarma, la del debate acerca de si está bien o mal linchar nos introduce en un tren que avanza hacia atrás en el tiempo. Una sociedad que comienza a debatir asuntos que ya estaban resueltos, que jaquea los principios morales que fundamentaron su jurisprudencia, es una sociedad en crisis. La clase dirigente –política, económica, cultural– de ese territorio ha fracasado. Si la única reacción que posee esa clase dirigente es justificar a los linchadores o catalogarlos como delincuentes amenazando castigarlos, no existe otra posibilidad que la de que el fracaso se profundice”. (Diego Grillo Trubba, editor en PERFIL y testigo de la paliza a un ladrón en Palermo, “Estar en medio de una turba”).
◆ “Es intolerable que haya una sociedad dispuesta a mirar hacia otro lado mientras sus vecinos matan a patadas a un pobre diablo, y mucho más que haya políticos que pretendan sacar un rédito de ese umbral que la humanidad cruza para volverse jauría salvaje. De las lacras que aplauden tan tristes sucesos en las redes, mejor ni hablar”. (Daniel Link, escritor, “Argentina fascista”).
No es objetivo de esta columna analizar la conducta social regresiva que se viene operando en los últimos días, aunque dejo en claro que rechazo visceralmente tales actos criminales. Es necesario, sí, actuar con mayor responsabilidad periodística y social que la exhibida por la mayoría de los medios, dar un contexto adecuado a cada caso (no es lo mismo un linchamiento que una paliza colectiva, como no lo es un asesinato que un accidente callejero) y ser cuidadosos en la selección de la información, graduándola según su verdadera importancia.
Perlitas. El lector Omar Berns registró algunos errores. El más grave ocurrió el domingo 30: en la página 9 fue publicada una fotografía del abogado Ricardo Monner Sanz en lugar del dirigente radical Ernesto Sanz. Omitiré en la crítica los errores de tipeo (ShowMach por Showmatch, por ejemplo) aunque es bueno insistir en una más cuidada corrección.
Otros medios. La función de Defensor de los Lectores de PERFIL se limita a lo publicado por este diario. Por lo tanto, se omiten las cartas que formulan comentarios o críticas sobre otros medios de ésta u otras empresas periodísticas. Por excepción, se publica hoy un correo referido a una nota de Perfil.com.