COLUMNISTAS
el 39% no tiene gas natural

Los abandonados de siempre

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Con la llegada de los fríos intensos, la polémica abierta sobre la carencia de gas natural tiene sentido político y social profundo, no tanto por las especulaciones en términos de actividad económica que dominan la disputa, sino en particular porque los más afectados con los sectores vulnerables, que no necesitan sufrir tan bajas temperaturas para enterarse del abandono que sufren en la provisión de este insumo indispensable.

Al respecto, un estudio de Consultora Equis muestra la profundización de las asimetrías sociales que supuso la privatización de la distribución de gas natural durante el período neoliberal, que fue elaborando un mapa nacional vergonzoso de la carencia que aún no se alteró sustancialmente.

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Como se observa en la infografìa que acompaña este artículo, según datos oficiales, el 29,3 por ciento de los hogares, donde reside el 39 por ciento de la población a nivel nacional, esto es, 15,6 millones de personas, no posee provisión de gas natural.

De estos hogares que no tienen gas natural, según estimaciones propias de estudio de esta consultora el 85 por ciento consume gas envasado y el restante 15 por ciento, combustibles sustitutos como leña, papel, querosén, etcétera.

Desagregado el país por regiones, la mayor carencia se observa en el NEA, región compuesta por las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones donde, sobre 813 mil hogares, el 99 por ciento, donde residen 4,3 millones de habitantes, no posee provisión de gas natural.

En sentido opuesto, la Región Patagónica es la de menor carencia, puesto que sobre 479 mil hogares apenas el 2,2 por ciento de ellos no posee gas natural.

Por otra parte, si se desagrega el universo de hogares según condición de pobreza, se observa en el gráfico que el 80 por ciento de la población que no posee gas natural es pobre. Esa es la gente que se ve obligada a recurrir a combustibles alternativos entre tres y cuatro veces más caros que el gas natural.

De acuerdo a cálculos difundidos por la Secretaría de Energía de la Nación hacia el año 2007, el costo de la garrafa de diez kilogramos se estima en $ 4 por garrafa, aunque las empresas del sector declaran costos equivalentes a $ 7 por garrafa.

Sea una u otra la cifra, lo cierto es que está muy lejos de los $ 16 –con suerte– en que las garrafas de diez kilogramos llegan al público en los casi 100 mil puntos de venta, después de pasar por alguna de las 49 fraccionadoras y 280 distribuidoras que trabajan en el país.

Finalmente, por lo que se observa tanto en su distribución espacial como social, la carencia de infraestructura básica que supone la ausencia de provisión de gas natural en el hogar es una problemática muy intensa en las regiones y hogares más vulnerables.

Es por eso que la resolución de este serio problema bien vale un plan de inversiones específicas, ya que supondrá un salto enorme en las condiciones de la vida cotidiana de los sectores populares.


*Director Consultora Equis, asesora al Gobierno.