El Frente para la Victoria (FpV) acaba de ganar su sexta elección desde que es gobierno hace una década. Tres ejecutivas y tres de medio mandato. El último triunfo fue notable: en cantidad de votos, el oficialismo se consolida como primera minoría nacional a distancia récord de la segunda, y en el ámbito parlamentario mantiene la mayoría en ambas cámaras tras diez años de gobierno, con el agregado que refuerza su fortaleza relativa: la oposición, lejos de superar, profundiza día a día su inédita fragmentación. Veamos.
A nivel nacional, el Frente para la Victoria obtenía en las PASO el 26,31% de los votos para Diputados, lo que lo convierte en la primera minoría nacional. Para esa categoría, el FpV logró 5.912.141 votos. En segundo término se ubicó sobre el Frente Renovador con 3.041.969 sufragios (13,54%), el Frente Progresista Cívico y Social tercero con 1.858.933 (8,27%) y la Unión Cívica Radical en cuarto lugar con 1.290.867 (5,74%).
Les siguen el Frente de Izquierda (PO+PS) 957.356 votos (4,32%), frente Unidos por la Libertad y el Trabajo con 915.024 votos que seguramente habrá de caer representando el 4,07% del padrón total; y Unión PRO con 749.098 sufragios (3,33%) que probablemente dispute a nivel nacional con Unidos por la Libertad y el Partido Obrero y PS el quinto, sexto y séptimo lugar a nivel nacional.
En otras palabras, contra todo lo señalado por analistas y medios opositores, el FpV continúa en posición de primera minoría nacional, a una distancia de la segunda minoría equivalente a la cantidad total de votos obtenidos por esta segunda fuerza que, a diferencia de octubre de 2011 donde el FAP obtuviera 17% de votos, esta vez el FR, segundo en las PASO, obtuvo el 13% de los sufragios profundizando la fragmentación opositora que no logra resolverse desde el año 2003.
Todas las estimaciones indican que Unidos por la Libertad habrá de caer y disputará con el PRO el sexto y séptimo lugar en la grilla nacional en torno al 3% de los votos mientras que se espera que el FI estire la brecha respecto de las opciones de derecha conservadora, ubicándose en el quinto lugar de preferencias nacionales. Se estira la brecha entre el FI y el PRO.
Un panorama completo de las 24 bancas renovadas en el Senado muestra que tras las elecciones de octubre se distribuirían así:
-Frente para la Victoria: 10 u 11.
-Frente Cívico por Santiago: dos.
-Unen: uno o dos.
-Movimiento Popular Neuquino: dos.
-Alianza Unión por Entre Ríos, Frente Popular (Santiago del Estero), Frente Popular Salteño, Compromiso Cívico Neuquino, Unión por Chaco, Unión PRO, Movimiento Popular Fueguino y UCR: una banca cada uno.
Así las cosas, de las 24 bancas que se renovarán este año en la Cámara alta, el oficialismo pone en juego 12 y estaría obteniendo diez según las PASO, por lo que perdería dos plazas, aunque la banca de Daniel Filmus permanecería en manos del FpV. La correlación de fuerzas en el Senado no sufrirá modificaciones.
En la renovación parlamentaria en la Cámara baja, el FpV pone en juego 34 diputados, pero se estima según las PASO que obtendría 39, con lo que el bloque que liderará Juliana Di Tullio ascendería a 116.
En cuanto a los aliados, se cuentan Nuevo Encuentro, el Frente Cívico por Santiago del Estero, el misionero Frente de la Concordia, y una parte del justicialismo pampeano, entre otros. La gran pérdida fue la derrota del sector oficialista del Movimiento Popular Neuquino (MPN), que quedó en manos del sindicalista
Guillermo Pereyra, cercano a Hugo Moyano. De repetirse los guarismos de las PASO, renovarían unos ocho o nueve, lo que sumado a otros ocho, dejaría al kirchnerismo algunos legisladores por sobre el quórum de 127.
Analicemos el impacto parlamentario de las PASO provincia por provincia.
En Buenos Aires, según el resultado de las PASO, el Frente Renovador de Sergio Massa se llevaría 14 bancas, el oficialismo que renueva diez, se alza con 12 bancas, el Frente Progresista Cívico y Social cinco y el Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo cuatro. También lograría entrar un candidato del Frente de Izquierda.
En la Ciudad de Buenos Aires, serían seis diputados para UNEN, cuatro para el PRO y tres para el Frente para la Victoria, que en octubre no pone en juego ninguna banca y ganará tres.
En Santa Fe, el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) de Hermes Binner obtendría cuatro bancas, tres quedarían para el PRO y dos para el FpV, en un distrito donde sólo arriesgaba dos.
En Córdoba cuatro bancas serían para Unión por Córdoba de José Manuel de la Sota, tres para la UCR, una plaza de diputados para el PRO y una para el oficialismo nacional –reteniendo el mismo diputado que arriesga– según lo obtenido en el año 2009.
En Mendoza, pese a perder de manera amplia con la UCR encabezada por Cleto Cobos, que obtendría tres bancas, el kirchnerismo ganaría una plaza, ya que sólo pone en juego una según los magros resultados del año 2009, pero esta vez obtendría dos.
En Tucumán se repartirían tres para el Frente para la Victoria y una para el Acuerdo Cívico y Social, manteniendo el kirchnerismo las bancas que arriesga en ese distrito.
En Santiago del Estero, el aliado oficialista Frente Cívico de Santiago sostendría los tres escaños que están en pelea.
En Neuquén, donde actualmente el oficialismo posee dos bancas, el FpV podría quedarse con una, aunque las dos restantes quedarían en manos del Movimiento Popular Neuquino (MPN).
En Catamarca los resultados de las PASO muestran que el FpV retendría una banca, y las otras serían para el Frente Cívico y Social y para el justicialismo de Luis Barrionuevo.
En Corrientes, el kirchnerismo conservaría la única plaza que arriesga, en tanto que otras dos serían para Encuentro por Corrientes, reciente y estrecho ganador de las elecciones ejecutivas.
En Formosa el FpV retendría la plaza que pone en juego, en tanto que la otra que se renueva se la adjudicaría el Frente Amplio Formoseño.
En Chaco el FpV se aseguraría las dos bancas que pone en juego, mientras que las otras dos serían para el frente Unión por Chaco.
En La Rioja, el FpV se quedaría con la banca que arriesga, en tanto que la otra iría para Fuerza Cívica Riojana.
En La Pampa, aliados del oficialismo del Partido Justicialista retendrían las dos bancas que hoy poseen, quedando otra para el Frente Pampeano Cívico y Social
En Misiones, el Frente Renovador, aliado del FpV, obtendría una de las dos bancas que expone, en tanto que las dos restantes serían para la UCR y el Frente Unidos.
En Río Negro, el FpV conservaría la banca que tiene en juego, en tanto que la restante iría a manos del radicalismo.
En San Luis el espacio de Rodríguez Saá obtendría dos bancas y la restante sería para el Frente Progresista Cívico y Social.
En Salta, el FpV mantendría la banca que arriesga, mientras que las restantes en disputa serían para Salta Somos Todos y la tercera para el Frente Popular Salteño.
En Tierra del Fuego el FpV se quedaría con la banca que arriesga, y la restante sería para el Movimiento Popular Fueguino, un tradicional aliado del kirchnerismo.
En Entre Ríos el FpV arriesga una banca y podría quedarse con tres si repitieran los resultados de las PASO, en tanto una se llevaría la UCR y la restante en juego quedaría para la Alianza Unión por Entre Ríos.
En Chubut el FpV perdería al menos una de las dos bancas que pone en juego a manos del Partido de Acción Chubutense que encabeza el ex gobernador Das Neves.
En San Juan, el FpV arriesga tres bancas y de repetirse el resultado de las PASO retendría sólo una, quedando dos bancas para Compromiso Federal.
En Jujuy el FpV perdería una banca de las dos que pone en juego, ya que dos las obtendría el opositor Frente Jujeño y el FpV se quedaría sólo con una banca.
En Santa Cruz, el FpV conservaría la banca que arriesga, en tanto que la UCR se llevaría una y la otra la obtendría el Partido Justicialista.
En fin, como se ve, menos mal que el kirchnerismo perdió las PASO, que si las llegaba a ganar… ¿O no les parece así, estimados lectores de PERFIL?
*Director de consultora Equis.