Días de furia
en el blog de PERFIL
Así podríamos definir lo que sucedió en la versión on line del diario tanto el domingo como el lunes de la semana que pasó. Allí estuvieron los lectores expresando su desacuerdo con mi posición al explayarme tanto sobre el llamado al diálogo de la Presidenta como sobre la decisión de continuar el paro adoptada por el sector agropecuario, el jueves 15 de mayo.
Como no todos los lectores de la edición impresa tienen acceso a Internet, me pareció importante incluir algunos de esos mensajes que resumen lo que aconteció en este intenso y apasionante espacio:
20-05-2008, 01:05:55 hs.
llopo317 escribió:
“Estimado (hasta esta nota) Dr. Castro: se volvió ingenuo??? Ud. realmente cree que el lobo se vuelva cordero por media hora en un bochornoso acto y estén dadas las condiciones para un sincero diálogo???”
8-05-2008, 23:48:51 hs
chechu escribió:
“Creo que Nelson Castro esta vez se equivocó... o yo no lo entendí. Cómo se puede considerar que una presidente, en medio de semejante conflicto y tamaña movilización, esté llamando al diálogo cuando habló desde un atril de un acto partidario y no nacional, con los orcos peleando en el fondo, como un cuadro medieval, y en un discurso errático y vacío donde jamás nombró al campo??? cómo darse por aludidos entonces??? si ella es seria y responsable hace llamar a los dirigentes y se sienta a dialogar, eso es vocación de diálogo, capacidad de negociación y grandeza, tres atributos de los que Cristina Fernández Wilhem carece por completo.”
18-05-2008, 22:11:10 hs
Adile escribió:
“Doctor Castro: Ud. es uno de los pocos en los que depositaron mi credibilidad, por eso me atrevo a preguntarle: ¿No cree que la Presidenta de todos los argentinos ni siquiera debería haber aparecido en un acto partidario, o en el mejor de los casos, su imagen debería haber sido la de esposa del presidente del partido? ¿Confundimos de nuevo Estado con partido? ¿Tan toscos somos?
18-05-2008, 17:48:16 hs
lectorILB escribió:
Nelson: sos un panqueque. El campo se equivocó? falacias!!! Uds. los de Capital son una sarta de personajes que les gusta enredar las cosas para beneficio propio. Hoy con dios mañana con el diablo, lo importante es flotar y no hundirse. Falso!! Falso!! Falso!!”
18-05-2008, 17:07:23 hs
sanford escribió:
“Nelson: cuando vos veas en tu vida (y eso que soy joven) los familiares, amigos y conocidos que se han fundido en estos últimos 15 años laburando entenderías por qué el sector del campo es reacio a levantar la medida; claro! a uno le meten el dedo bien en el orto y siempre se tiene que callar la boca, los ladrones bien gracias.Saludos y perdón por el lenguaje.”
A todos, gracias, y, más allá de las discrepancias, los enojos y algún que otro vitupero, hay una realidad que debo reconocer: mi visión sobre las reales intenciones de la convocatoria presidencial estuvo equivocada y quienes no le creyeron al Gobierno tuvieron razón.
La reunión del jueves pasado entre los representantes del campo y el Gobierno fue mala. La hora y media de antesala y “ninguneo” a la que se sometió a los dirigentes ruralistas fue la primera señal. La cara del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, era de pocos amigos, y la del ministro de Economía, Carlos Fernández, quien casi no habló, de circunstancia.
Nota al pie con dato anecdótico: en toda la reunión ninguno de los dos funcionarios mencionó la palabra retenciones móviles.
Otra: “Como el jefe de Gabinete ha sido tan verborrágico, no tengo más nada que agregar (sic)”, fueron las únicas palabras que se le escucharon al ministro de Economía durante la conferencia de prensa en la que habló sólo Alberto Fernández.
La estrategia del Gobierno, que en realidad es la de Néstor Kirchner, quedó clara. La decisión del ex presidente en funciones no es la de solucionar el conflicto, sino la de derrotar al campo. Es la misma estrategia que se utilizó el año pasado con los docentes en Santa Cruz. Allí fracasó.
La idea es dilatar la negociación y dividir el frente agropecuario. Lo increíble es que la solución, desde un punto de vista técnico, está cerca. Hay que volver a hacer referencia a aquella reunión del 6 de mayo pasado en la que el jefe de Gabinete reconoció que las retenciones móviles eran un error y en la que se acordó un mecanismo para solucionar el problema. Faltaba terminar de pulir el modo de presentar esto públicamente, ya que el Gobierno no quería exponerse a aparecer cambiando su postura de lo que ha sido su afirmación invariable: las retenciones móviles no se modifican.
La puja, ahora, ha cobrado un cariz político que a los Kirchner les preocupa mucho. “Hay que reconocer que desde el Gobierno hemos hecho mucho para que esto sea así”, se sinceran algunos funcionarios en un estricto off-off, como gustan llamarlo, reflejando el temor que les produce el que trasciendan sus nombres.
En el campo también saben que corren sus riegos.
Saben que el acto de hoy se inscribe en un contexto de contienda política.
Saben que Néstor Kirchner quiere empujarlos al paro.
Saben que hay mucha gente con la bronca suficiente como para cortar rutas –acto siempre ilegal– ya.
Saben que eso sería un error.
Saben que hay líneas internas que, con sus miserias, están jugando un partido aparte en pos de intereses particulares.
Saben que deben protegerse de aquellos que desde la oposición intentarán aprovecharse de esta movida para buscar algún rédito político.
Por eso, en el acto, los dirigentes rurales dirán, entre otras, tres cosas:
La primera es que se continuará en estado de asamblea.
La segunda es que asistirán a la reunión de mañana, lunes, con el Gobierno. Esa reunión está citada para la tarde y se hará, en principio, en la Secretaría de Agricultura. Aún no están definidos los funcionarios que representarán al Gobierno.
La tercera es que, a la finalización de esa reunión y según sea su resultado, las entidades debatirán qué actitud adoptarán.
No hay más plazas hoteleras disponibles en Rosario ni en varias localidades del sur de la provincia de Santa Fe. El número de asistentes cuenta. Así que a lo espontáneo –que será mucho– también se agregará la logística.
La diferencia con el acto del Gobierno es que en este caso la logística la pagará el campo de su bolsillo. En cambio, la logística del acto del Gobierno en Salta la pagará el Estado, es decir, todos nosotros.
En una decisión que demuestra la preocupación de los Kirchner por la convocatoria de Rosario, se ha pedido la cadena nacional de radio y televisión –que es de acatamiento obligatorio para todas las emisoras y canales del país– para transmitir la palabra de la Presidenta y evitar así cualquier tipo de comparación simultánea entre los dos actos.
La verdad es que al Gobierno le salió el tiro por la culata.
La movilización a Salta es compleja. Otra cosa hubiera sido la Plaza de Mayo, que se podría haber llenado fácilmente con el aparato del Partido Justicialista del Conurbano bonaerense, las barras de Luis D’Elía y los camiones de Hugo Moyano. Lo que ocurrió es que la Presidenta quiso salir de Buenos Aires, no por un sentimiento de apasionado federalismo, sino para evitar el Tedéum con la homilía del cardenal Jorge Bergoglio, que, se sabe, al matrimonio presidencial tanto disgusta.
Mientras tanto, la verdad de la realidad, como siempre, está presente.
La inflación continúa. Y cuando la inflación sube, el número de pobres aumenta.
Eso lo corroboran desde el obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto, a través de las demandas crecientes que viene recibiendo Cáritas, hasta Margarita Barrientos, una líder social que lleva adelante su fenomenal obra de bien común en Los Piletones, una de las zonas carecientes de la ciudad de Buenos Aires.
Al respecto he aquí un adelanto del estudio de la consultora Ecolatina que refleja esta realidad. Algunas de sus conclusiones son las siguientes:
“En el primer cuatrimestre del año los precios acumulan un aumento de 9,1%, un nivel superior al registrado el año pasado (6,5%).”
“La inflación no sólo es muy elevada, sino que afecta en mayor medida a los hogares de menores ingresos pues las familias más pobres son las que sufren especialmente la escalada de la suba de precios de los alimentos.”
“Tras varios años de importantes mejoras, en el 2007 se verificó un deterioro en los indicadores socioeconómicos y la tendencia del 2008 no es alentadora: la inflación es elevada, creciente y afecta con mayor intensidad a los sectores más pobres.”
“Mientras la creación de empleo se desacelera (creció sólo 1,6% i.a en el primer trimestre), el poder adquisitivo se erosiona.”
Ante estas evidencias, la respuesta del Gobierno ha sido, como de costumbre, el enojo.
Y, como decía el Mahatma Gandhi, “el enojo y la intolerancia son enemigos de la comprensión correcta de la realidad”.