La caída de San Lorenzo por la Copa, la goleada en contra de Independiente del domingo pasado con el agregado de las viscerales declaraciones de Américo Gallego y los desarreglos tan festejados de Cristian Fabbiani son casi parte de lo mismo. El futbolista actual no se cuida como debe, tiene al profesionalismo como una asignatura que, al menos hasta ahora, reprueba cómodamente.
Lo que sucede con muchos futbolistas es algo más que una salida nocturna. Es, directamente, un descuido personal serio con los resultados que están a la vista.
De momento, Fabbiani es más marketing que rendimiento. Y ese marketing está vinculado con cuestiones que se dan de cabeza con los usos y costumbres de un deportista profesional. Esto no pretende ser un análisis moral. No decimos: “Qué horror, salen de noche”. Decimos: “Muchachos, cuídense que la carrera es corta”.
Lo que se discute, en todo caso, no tiene a Fabbiani como exclusivo protagonista. El lugar al que va el delantero millonario jueves y domingos es visitado con frecuencia por futbolistas de varios clubes, básicamente, de dos grandes que están muy mal: Independiente y San Lorenzo. Y se exhiben en sitios, revistas y programas de TV que no les corresponden de una manera casi impúdica.
Esta conducta los perjudica mucho. Hay resultados negativos a nivel colectivo en Rojos y Cuervos y actuaciones individuales lejanas de las expectativas que generaron, como Fabbiani. Son muy simpáticos los bailecitos en los festejos o mamá publicando recetas de cocina en los medios, pero para el fútbol profesional de hoy no sirve. Ni siquiera Maradona pudo jugar dando ventajas físicas. Y si no, recuerden lo espasmódica que fue la carrera de Diego desde 1991 hasta su retiro, en 1997.
Hay datos que llaman la atención, pero explican, en parte, por qué a San Lorenzo no le fue todo lo bien que se creía. Hace poco, un auto estacionó sobre la avenida Juan B. Justo; de él bajaron un delantero y un volante de San Lorenzo, que jugaba un sábado. El hecho mencionado ocurrió un miércoles. Entraron a la disco y se quedaron casi hasta las seis de la mañana. El volante venía entrenándose liviano por una fuerte contractura en el gemelo. Lo tenían entre algodones porque es un jugador importante. El sábado debió ser reemplazado por lesión cuando quedaba un tramo largo por jugar. El delantero que lo acompañaba faltó sin aviso al entrenamiento siguiente...
Otro jugador de la mitad de cancha de San Lorenzo fue visto en una disco en una fecha poco conveniente. Fue al amanecer del día siguiente a la derrota con Boca (1-3) en el triangular definitorio del Apertura 2008...
Podría seguir agregando futbolistas, pero con esto es más que suficiente. Estos excesos no sólo hablan de una malformación intelectual, sino que demuestran absoluta falta de compromiso con el proyecto y, lo que es peor aún, con la camiseta.
El Tolo Gallego lo sabía de antes de llegar a Independiente. Y como es un bicho futbolero, lo tiró en la primera práctica: “La noche se terminó”. A las excursiones nocturnas de buena parte del plantel rojo las conoce el presidente Julio Comparada y también la barra brava. Cuando los forajidos apretaron en el hotel a los jugadores en Tucumán tras el 0-3 con San Martín, comenzaron a increpar a varios desnudando cuestiones privadas: “Vos vas a bailar a tal lado”, “vos salís con tal chica”… les recriminaron. Sabían todo.
Esos hechos también los sabe el presidente, como quedó dicho. A tal punto que cuando le ofrecieron a Fabbiani, se reunió con el Ogro y le dijo: “Yo quiero que, mientras estés en Independiente, salgas en Olé, no en Paparazzi”. El jugador se ofendió y no volvió más.
San Lorenzo e Independiente muestran actitudes similares también dentro de la cancha. Poco compromiso, nula capacidad de reacción ante los contratiempos y derrotas, muchas derrotas. El Ciclón perdió nueve partidos de los últimos catorce (sufrió siete expulsiones en el año), Independiente fue goleado por los equipos que luchan por permanecer en Primera y pasó tremendos papelones. Las alegrías que tuvieron fueron efímeras. Que se hayan quedado sin técnicos no es casualidad: Pepé Santoro no se atrevió a la cirugía mayor y Russo se cansó de buscarle la vuelta y cubrir la falta de profesionalismo de varios de sus jugadores. Los futbolistas no saben que Russo estaba informado de todas y cada una de las salidas nocturnas. Miguel jamás lo reconocerá pero fue así.
Ahora, ambos clubes seguramente depurarán sus planteles. Con la ayuda de Marcelo Tinelli, San Lorenzo gastó una fortuna en un plantel rico. Independiente, endeudándose hasta el límite y con una cancha a medio hacer, pagó 3.200.000 dólares por Leonel Núñez, firme candidato a ser excluido por Gallego por falta de compromiso, pero una lesión de Moreno le brinda hoy otra chance.
Los jugadores de San Lorenzo enfrentarán a Vélez como a quien arrojan a la arena del Circo Romano, después de las agresiones que sufrieron ayer cuando llegaron de México. Independiente será mirado con la misma desconfianza de los últimos tiempos.
La mejor manera de salir de esto es con profesionalismo y compromiso. Son dos valores que parecen haberse perdido en la noche, justamente.