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Match point

Con sobresaltos, el equipo argentino se impone 2-0 en la serie ante República Checa. Debut sólido de Báez y remontada de Schwartzman. hoy puede definir el dobles.

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Desahogo. Báez ganó con holgura, mientras que Schwartzman se sobrepuso a un inicio de nervios y errores: el público en Palermo fue clave. “Escuché el aliento y pensé que no podía fallar”, dijo el Peque. | NA / COPA DAVIS

Por momentos hubo dudas e incertidumbre. El cielo del Buenos Aires Lawn Tennis Club se nublaba, de la misma manera en que ocurría sobre el polvo de ladrillo. Pero fueron apenas nubarrones que se disiparon con el paso de los minutos. Sebastián Báez y Diego Schwartzman ganaron sus respectivos partidos, Argentina se puso 2-0 arriba contra República Checa y tomó una ventaja casi definitiva en la serie de Copa Davis.

En el primer turno, Báez superó a Jiri Lehecka por 7-6 (7-4) y 6-3, y luego el Peque Schwartzman hizo lo mismo –aunque con más altibajos– ante Tomas Machac por 2-6, 6-2 y 6-3.

Schwartzman, 14 en el ranking mundial de la ATP, rindió de menor a mayor ante Machac (131) y se impuso luego de dos horas y cuarto de un juego intensísimo, ante unas 2 mil personas que vibraron en la cancha central Guillermo Vilas.

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El Peque comenzó su partido demasiado atado, quizás absorbido por la responsabilidad de estirar la ventaja luego de la excelente presentación de Báez. El argentino conocía a su rival, de hecho le ganó el año pasado en la ronda inicial de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero igual no pudo controlarlo.

Con tres quiebres en contra y sensaciones parecidas a las que vivió en septiembre del año pasado, también en Buenos Aires y en la serie ante Bielorrusia, cuando perdió con el juvenil Daniil Ostapenkov, Schwartzman cedió el set por un amplio 6-2.

El checo estaba en pleno crecimiento, cuando comenzó 1-0 con otro quiebre el segundo parcial, y fue ahí que el público se percató del momento de Schwartzman y comenzó un aliento fervoroso que revirtió la eliminatoria.

“Ohh, vamos Peque vamos, ponga huevos que ganamos”, alternado con el “Y pegue, Peque pegue”, fortaleció anímicamente al argentino, que cambió su gesto adusto y de preocupación, además de variar su táctica, ya que jugó más largo y devolvió mejor.

El público no solo alentaba al tenista local sino que celebraba ruidosamente cada falla del checo, que acusó recibo, comenzó a fallar en forma reiterada, nervioso y dubitativo.

En ese ambiente, luego de seis juegos seguidos del checo sobrevinieron seis consecutivos de Schwartzman para llevarse el set por 6-2 con un quiebre de servicio y festejarlo con el puño cerrado y un grito fuerte, quizá para desahogarse y liberar la tensión acumulada.

Schwartzman era otro tenista en el tercer set, completamente distinto al que empezó el partido, con un tenis muy agresivo, devoluciones precisas y buenas elecciones al momento de subir a la red o bien sorprender con un drop. Y si bien el checo se repuso en el final, no pudo evitar que el argentino se llevara el partido con un 6-3.

“Estuve perdido en un momento, no me salía nada, pero escuché el aliento increíble de todo el estadio y pensé que no podía fallar. Realmente me dieron fuerzas para volver, meterme en el partido y poder ganarlo, fue increíble lo que se vivió”, admitió el Peque. 

Debut feliz. En el primer partido, Báez demoró una hora y 23 minutos para doblegar a Lehecka (94). El argentino, bien plantado en el fondo de cancha y que conocía al checo de la derrota en 2020 de la final del Future de Praga por un ajustado 3-6, 6-3 y 6-3, empezó perdiendo, pero ajustó sus golpes, comenzó a tomar riesgos y ganó puntos importantes para llegar al tie break, en el que mostró muchísima personalidad y arrasó al checo por 7-4, con una levantada que generó el contagio de todo el estadio.

En el segundo set, Báez también empezó perdiendo su saque, pero luego de algunas indicaciones del Mago Coria tomó confianza, se adelantó un par de metros en la cancha y no dejó reaccionar al checo, al que superó otra vez 6-3.

El equipo capitaneado por Guillermo “Mago” Coria, en su debut en la función, quedó a un solo punto de ganar la eliminatoria para alcanzar el objetivo de clasificarse a las finales de la Davis de fin de año, algo que no consigue desde 2019.

Argentina tendrá tres chances para ganar la serie: hoy con el punto de dobles que jugarán desde las 11 los especialistas Horacio Zeballos (5) y Máximo González (24) frente a los checos Zdenek Kolar (141) y Vit Kopriva (168). Y, de no ganar ese duelo, mañana, cuando Schwartzman enfrente a Lehecka y luego Báez a Machac.

 

Tevez y Angelici, juntos

La foto rebotó rápidamente en redes sociales y portales web. No es usual que Carlos Tevez, ídolo de Boca, se muestre en público junto a su “amigo” y ex presidente xeneize Daniel Angelici. Ayer los dos asistieron al Lawn Tennis porteño para presenciar la serie de Copa Davis entre Argentina y República Checa.

El Apache y Angelici llegaron recién para el segundo partido de la serie, entre Diego Schwartzman y Tomas Machac, y se ubicaron en el palco norte del Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Tevez, quien jugó en Boca hasta junio del año pasado y luego anunció que “no jugaría en otro club en la Argentina”, aunque tampoco lo hizo en ninguno del exterior, jamás ocultó su amistad con Angelici, que alguna vez reclamó que la actual comisión directiva no lo había cuidado, sobre todo después de la muerte de su padre.

Angelici fue presidente de Boca hasta diciembre de 2019, cuando terminó su mandato de ocho años. En esa ocasión no se presentó a las elecciones y el oficialismo fue representado por Cristian Gribaudo, quien perdió las elecciones contra la lista de Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme. 

Angelici sugirió que en 2023 podría presentarse con Tevez en la fórmula. Algo que, al menos por lo visto ayer, no sorprendería.