COLUMNISTAS

Mini Jaime ilustrado

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Tras un verano de éxtasis, según sus propias palabras, donde estuvo encerrado cuarenta días en su casa de campo sin hablar con nadie, releyendo viejos libros, reflexionando y terminando algunos textos heterodoxos, Jaime Duran Barba regresó con todo y volvió a convertirse en la voz más escuchada por Macri.

El ecuatoriano no es un consultor más. De hecho, es columnista de PERFIL y cada vez que le pedimos que en sus opiniones sobre la política nacional nos permita aclarar que asesora al líder PRO, estalla: “No escribo en el periódico como asesor de nadie. Nunca acepté ser vocero de otros. Yo no quiero publicar lo que le conviene a Macri, sino lo que pienso”.

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Por estos días, no sólo está más que clarificado lo que piensa Duran Barba. Sino, sobre todo, que sus ideas marcan la actual estrategia electoral presidencial del PRO. Apenas como un botón de muestra hay que releer su columna en este diario del sábado 30, titulada “La derrota del amontonamiento”, que explica por qué el círculo amarillo rechaza las presiones del círculo rojo para acordar con el massismo.

Se puede estar de acuerdo o no con Duran Barba. Sus estrategias pueden ser o no exitosas. Lo que no pierde este “inconoclasta radical”, como gusta autodefinirse, es su singularidad. “Si se me liga a cualquier grupo, pierdo mi libertad de opinar” y  “estuve en contra de lo que piensa la mayoría en todos lados”, son otras de sus frases de cabecera.

Macri no siempre sigue los consejos. Esta vez, sí.