Aunque lo tengan resuelto, los intendentes no saben cómo desembarazarse del liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner en el PJ bonaerense. Como si un espíritu los hubiese apoderado para consagrarla candidata a senadora y prescindido de su consentimiento. Versión risible de los hechos que tal vez impida a Gustavo Menéndez apelar a su amigo el Papa, con influencia en el ánimo de la ex presidenta.
El intendente de Merlo exploró sin éxito una fórmula alternativa al rito de exorcismo por plegarias tras la peregrinación a la Virgen de Luján. Visitó a Miguel Angel Pichetto con colegas de reciente antipatía K: Leo Nardini (Malvinas Argentinas) y Santiago Magiotti (Navarro). En la cumbre del domingo 8 en Escobar, Cristina instó a Menéndez a “poner los fideos” para otra reunión con el jefe de los senadores PJ en el Congreso.
Wado de Pedro trabaja en limar asperezas de CFK con Pichetto para limitar de modo selectivo críticas al mesianismo de La Cámpora. Andrés “Cuervo” Larroque es presa de esa diplomacia, aludida por Santiago Carreras en notable coincidencia con enemigos de siempre, los intendentes: “Cristina va a perder y cada uno tendrá que arreglarse por su cuenta.”
Hasta 2015 Carreras presidió la Comisión de Acuerdos del Senado bonaerense para extender con Julián Alvarez el alcance de Justicia Legítima a ese territorio. Exilado en Avellaneda por disidencias con Máximo Kirchner, el refugio del ex viceministro de Justicia con el intendente Jorge Ferraresi podría ser transitorio si el 22 de octubre se confirma el anuncio de los sondeos: una victoria de Cambiemos, por la que trabaja Néstor Grindetti.
Empeño con repercusiones en la ocupación de tierras de Barrio El Ceibo en Lanús Este. Se atribuye a Ferraresi financiarla para perjudicar a Grindetti, estrella creciente del oficialismo en la Tercera Sección que desde el 10 de diciembre tendrá butacas en las dos Cámaras de la Legislatura, ocupadas por Lorena Petrovich y Adrián Urrielli, con la estrategia de avanzar hacia Lomas de Zamora en 2019.
Estímulo al brusco giro del gusto musical en Martín Insaurralde con Jessica Cirio de musa inspiradora. Del género tecno al clásico en veladas del Teatro Colón con Grindetti. Más que encantamiento súbito por el canto lírico, predomina en el matrimonio una convicción. No está garantizada la convivencia con Cambiemos basada en la permanencia de la familia Mercuri como oposición en Lomas de Zamora pese a que Gabriel, hijo de Osvaldo, disputa con posibilidades la lista del intendente.
Chispas. Ferraresi e Insaurralde apuntalaron de modo incondicional la candidatura a senadora nacional de Cristina. También Julio Pereyra, Verónica Magario, Alberto Descalzo y Walter Festa. Florencio Varela, La Matanza, Ituzaingó y Moreno son señalados por Cambiemos para fortalecer electoralmente a María Eugenia Vidal en una eventual reelección. A la gobernadora la obsesiona ganar con votos propios y no “prestados” por los que la eligieron para expresar rechazo a Aníbal Fernández.
Escobar figura en esa lista. Ariel Sujarchuk, su intendente, fue anfitrión del resto y CFK para afinar el discurso de supuestas debilidades del Gobierno que se empecina en disimular la oposición, encerrada en la creencia de que la falta de método es lo que evita que prenda en la ciudadanía el mensaje de un ajuste descomunal en proceso para este fin de año.
Magario lidera el ranking de la desazón. Desoyó dos pedidos de Cristina de visitar La Matanza antes de la caravana que compartieron con Fernando Espinoza en González Catán el 30 de septiembre. Como otros, comienza a persuadirse de que el problema es que no hay en quién descargar la responsabilidad por el fracaso del programa económico anterior como sí ocurrió en la crisis de 2001.
Cambiemos no escapa al desconcierto que predomina en todo el sistema político. Lo incomoda la predicción de un triunfo sin obstáculos de empresarios, periodistas y encuestadores que adelantaron una derrota sin atenuantes en las PASO. Este fin de semana estará listo el último sondeo encargado por Vidal a su equipo de confianza en un intento de delimitar sobreactuación y realidad.
De confirmarse que en Florencio Varela, La Matanza, Moreno, Escobar e Ituzaingó les descuenta casi diez puntos a los oficialismos municipales, se asistiría al derrumbe de los liderazgos locales ejercidos por los intendentes. De modo paradójico, el fenómeno no afectaría a Cristina: el único corte de boleta plausible en las PASO resultó a su favor.
Synopsis refuerza la hipótesis. En su último trabajo, revela que el 7% de quienes votaron por Cumplir lo haría por Unidad Ciudadana. El gobierno bonaerense sabe que en las primarias un 5% cortó boleta contra Florencio Randazzo en el tramo a senador nacional y lo reemplazó por Cristina. Son unos 20 mil votos: la diferencia obtenida por Unidad Ciudadana.
La proyección estadística dispara dos debates trascendentes para Cambiemos. Uno es el triunfalismo de sectores del gobierno nacional que evita el bonaerense. Marcos Peña exigió la noche de las PASO anunciar una victoria con los primeros resultados parciales. La gobernadora eludió como pudo la vehemencia del jefe de Gabinete. Mauricio Macri laudó a favor de Vidal para el 22. El Presidente adelantó que no habrá pronunciamientos hasta cerca de la medianoche.
Incorporar dirigentes del PJ. Alejandro Granados insiste con Grindetti para concretar su pase. Al intendente de Ezeiza lo condiciona una verborragia inconveniente y descuidada para los cánones de Cambiemos. Hizo público el deseo de superar el triste récord de Manuel “Manolo” Quindimil como intendente de Lanús: siete mandatos consecutivos en 28 años. Trabajo extra para Cristian Ritondo. Mentor de Granados, el ministro de Seguridad, es experto en la sofisticada asimilación del peronismo al PRO.
Temas sensibles para una opinión pública de apariencia indiferente pero dispuesta a no repetir la experiencia de tragedias que la dirigencia suele explicar con argumentos pueriles. Uno, muy repetido, sirvió a Juan Bautista Yofre para titular la obra en la que aborda la de los años 70: Nadie fue.