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Navidad da diván

En este hemisferio celebramos la Navidad al revés. En los primeros siglos del cristianismo hicieron coincidir el nacimiento de Cristo (no se sabe en qué fecha nació) con la antigua fiesta pagana de la celebración del solsticio de invierno.

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En este hemisferio celebramos la Navidad al revés. En los primeros siglos del cristianismo hicieron coincidir el nacimiento de Cristo (no se sabe en qué fecha nació) con la antigua fiesta pagana de la celebración del solsticio de invierno. Es decir, el momento en que se termina el invierno y los días empiezan de nuevo a alargarse, el día del año en que, según creían los primeros pueblos, nacía el dios Sol y la oscuridad era nuevamente derrotada. Ese festejo ancestral fue disimulado bajo un manto de cristiandad. Y así nos llegó hasta estos sures, pero con la variante de que, al cruzar el ecuador y llegar tan lejos, esa época ya no es el solsticio de invierno sino el de verano. La Navidad en el sur es la época del año en que se empiezan otra vez a acortar los días, por lo tanto, en el hemisferio sur celebramos por esta fecha el triunfo de la oscuridad, la muerte del dios Sol. Eso lo explica todo, quizá. Es como una Navidad negra la nuestra. Una anti Navidad. La foto en negativo. Algo se va cociendo en el aire, sube la temperatura, se abren las compuertas de los shoppings, se va a morir el dios Sol, hay que comprar. Nuestra Navidad es un apocalipsis en el que nadie nace, al contrario, nuestra Navidad es una Mortandad, hay que hacer los trámites y las reuniones antes de fin de año, che, veámonos antes de fin de año. ¿Por qué? Por eso, porque se termina todo, se va por el desagüe el mundo. Papá Noel se desmaya dentro de su traje polar a los cuarenta grados, la gente se agarra a trompadas y les basta a los punteros con tirar una chispita sobre la pólvora del desencanto popular para que estallen los saqueos, las corridas, los vidrios rotos, las persianas arrancadas, el flaco llevándose bajo el brazo el arbolito del supermercado coreano. Para esta época, en 2001, el país estaba en llamas, el presidente había huido en helicóptero y la Policía había matado a treinta y dos personas. Sé que no se pueden falsear explicaciones antropológicas para sucesos políticos, pero habría que revisar un poco qué significa realmente el espíritu navideño de este lado del mundo.